Moreno y De Moya guardan friamente las formas en el primer acto conjunto tras su enfrentamiento

Como anfitrión, José Enrique Fernández de Moya, tras agradecer a Bonilla su presencia en la ciudad, ha aludido lacónicamente al congreso autonómico, que, en su opinión, debe de ser el último que celebre el PP en la oposición, por lo que se ha mostrado convencido de que el próximo máximo dirigente de la Junta de Andalucía será el presidente regional, quien en su turno de palabra no ha hecho ninguna mención específica al proceso congresual que se llevará a cabo entre los días 17 y 19 de marzo. Ni, por supuesto, al congreso provincial en el que el secretario de Estado tendrá que competir por la presidencia con el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno , al que apoya solapadamente la ejecutiva regional.

Moreno Bonilla y Fernández de Moya mantienen un pulso equivalente al que libran en Madrid sus respectivos mentores, Javier Arenas y María Dolores de Cospedal , vicesecretario general para asuntos territoriales y secretaria general, respectivamente. El reparto de fuerzas decretado por el presidente del Gobierno y de la formación conservadora, Mariano Rajoy , tras el congreso nacional propicia, al no haber vencedores ni vencidos, que los adláteres de Arenas y Cospedal se consideren legitimados para proseguir el combate en el feudo jiennense. Lo que explica que tras anunciar el secretario de Estado que contaba con el nihil obstat de la dirección nacional del PP para optar a la reelección, Bonilla le recordara que el único órgano competente para resolver el asunto de la incompatibilidad de cargos es el comité ejecutivo .

La proximidad del congreso regional ha motivado que ambos hayan alcanzado una tregua que caduca el 20 de marzo. Una vez Moreno Bonilla sea reelegido, Miguel Moreno irrumpirá en escena para disputar a Fernández de Moya la presidencia. El regidor de Porcuna cuenta con el respaldo de la mayoría de los alcaldes del PP , en tanto que el actual presidente dispone de apoyos en grandes agrupaciones, como Linares y Jaén.