Alarma en los bomberos de Huelva tras la hospitalización de un efectivo por legionella

La inspección llevada a cabo en las instalaciones del Parque de Bomberos de la capital por la Administración sanitaria ha constatado la presencia de un foco de legionella en las instalaciones, han confirmado fuentes de Salud, mientras se esperan los resultados de las analíticas para descartar o confirmar que la cepa que presenta el bombero hospitalizado coincide con la localizada en el edificio.

El ingreso de este efectivo ha desatado las alarmas entre sus compañeros, que han expresado « máxima preocupación » por la situación.

Pendientes de las muestras tomadas, se sospecha que el foco pudiera estar en uno de los filtros de la caldera , ha indicado el delegado sindical de UGT , Antonio Pérez .

De momento, se ha prohibido al personal el uso de todos los grifos de las instalaciones – incluidas las duchas- y se ha clausurado la zona de vestuario y el Ayuntamiento ha llevado agua embotellada para los bomberos, medidas que se enmarcan en el protocolo de seguridad.

De forma temporal los efectivos tendrán que ser derivados a otras instalaciones –podría ser por cercanía el Polideportivo Andrés Estrada para el uso de duchas-.

El incidente sanitario en el Parque coincide con las protestas de los bomberos en demanda de personal , protesta que hoy han trasladado al Pleno , donde se somete a votación la creación por parte de la Concejalía de Régimen Interior y Recursos Humanos de una plaza de Director Técnico para este servicio. «Se trata de una contratación de libre designación , con un alto coste salarial asumida por las arcas municipales y por tanto por todos los onubenses», ha señalado el sindicato.

Mientras, el Ayuntamiento hace oídos sordos al «alarmante déficit de personal » que existe en el colectivo, un déficit que lleva amortiguándose por los propios trabajadores desde hace casi diez años», han manifestado desde el sindicato en una nota.

Esta situación, ha señalado, lleva parejo «un cuadrante horario muy por encima de las recomendaciones de la Unión Europea, con un elevado número de servicios extraordinarios al año, con una cadena de mandos de cabos y sargentos bajo mínimos, y por consiguiente con una edad media, 50 años, de las más altas de España».

Del mismo modo, han criticado que en estos diez años «no solo no se han convocado plazas de nuevo ingreso , sino que se han ido amortizando las plazas vacantes por jubilaciones», reduciendo el número de bomberos, 75 en total, a la mitad de lo que marca la normativa europea de un bombero por cada 1.000 habitantes.