Doñana revive la ancestral 'Saca de Yeguas', un rito que une tradición, cultura y turismo

Desde primeras horas del alba, los ganaderos con ayuda de sus varas o chivatas han ido reagrupando a las denominadas tropas de yeguas que habitan en estado semisalvaje durante el año en distintas zonas de Doñana, para trasladarlas hasta la aldea de El Rocío, pasando por el Santuario de la Blanca Paloma, y ser conducidas más tarde hasta el municipio de Almonte, en cuyo recinto ganadero son preparadas para su exhibición y venta.

El recorrido de las tropas por los diferentes caminos marismeños es un espectáculo «único» lleno de vivencias y sensaciones. Son senderos de gran belleza que despiertan los sentidos, principalmente la vista, el oído y el olfato, ya que a la estampa de cientos de animales galopando se suma el olor característico de yeguas y potrillos y los sonidos envolventes de sus relinchos que se mezclan con las voces de los yegüerizos que los van llevando.

Uno de los momentos más impactantes y multitudinarios ha sido el paso del ganado por el Santuario de Nuestra Señora del Rocío. Sobre las nueve de la mañana, las primeras tropas –unas diez- comenzaron a llegar a la aldea almonteña, entrando por la zona conocida como «Boca del lobo», para posteriormente parar frente a la ermita de la Blanca Paloma, donde recibieron la bendición del sacerdote y se rezó la tradicional Salve a la Virgen.

Al mediodía, las yeguas iniciaron su camino hasta la zona del sesteo, una segunda parada en un ecosistema de pinares ubicado en el paraje de Olivarejos, en el Camino de los Llanos, detrás del Pastorcito. Desde aquí, los equinos son conducidos por los yegüerizos hasta alcanzar, al caer la tarde, el municipio de Almonte, protagonizando un espectacular recorrido por las calles del pueblo, dejando a su paso momentos de singular belleza.

La entrada de 1.300 cabezas de ganado en el caserío almonteño, organizadas en 11 tropas, es otro de los momentos más esperados de la jornada, congregando a una multitud en el recorrido hasta llegar al recinto ganadero, situado en Huerta La Cañada. En el pueblo, del 27 al 30 de junio se realizarán las labores de marcaje, tuza (corte de crines, cola, y desparasitado), así como exhibiciones morfológicas de la raza equina marismeña.

Con posterioridad, el 1 de julio se producirá la salida del ganado, conducido nuevamente por los yegüerizos, hasta sus zonas de origen en las marismas de Doñana. La labor de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño y sus asociados es fundamental para la conservación de estos ejemplares de la raza autóctona marismeña, que se encuentra en peligro de extinción.

Según ha manifestado el presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, Diego Díaz, los criadores han tenido que hacer frente a «importantes retos logísticos y sanitarios» realizando un «esfuerzo extraordinario» para «mantener el bienestar animal durante un año especialmente «complicado», a causa de las fuertes lluvias e inundaciones, que coincidieron con la época de partos, «mermando la cría de potrillos».

En cuanto a la antigüedad de la Saca de las Yeguas, el alcalde de Almonte, Francisco Bella, ha desvelado que estas faenas ganaderas tienen una «raíz milenaria», como atestiguan los documentos del siglo X hallados de la mano del conservador de Medina Azahara, Antonio Vallejo, donde ya se mencionan registros de traslado de ganado desde Doñana hasta la corte califal de Córdoba, confirmando la antigüedad de esta práctica».

Entre las menciones recogidas en la investigación, según el primer edil, figura el topónimo al-Munt, vinculado históricamente con Almonte, donde ya entonces existía una fortaleza y una comunidad que se dedicaba al cuidado y la conducción del ganado. Si bien estas fuentes ya habían sido estudiadas e incluso publicadas en ámbitos académicos, no habían recibido hasta ahora una amplia difusión pública.

Hasta El Rocío se han desplazado en la mañana de este jueves la consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, y el consejero de Turismo y Andalucía Exterior, Arturo Bernal, para acompañar a los ganaderos marismeños y mostrar el «respaldo» del Gobierno andaluz a una tradición «que aúna manejo sostenible del ganado, cultura popular y atractivo turístico».

El evento, que se remonta a tiempos ancestrales, está organizado por la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, con la colaboración de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, a través del Espacio Natural de Doñana -que organiza con la Asociación las actividades que se realizan en el interior del espacio protegido y autoriza las mismas- y el Ayuntamiento de Almonte, que participa en las actividades desarrolladas desde El Rocío hasta el recinto ganadero.

Durante la visita, la consejera Catalina García ha subrayado «el compromiso firme de la Junta de Andalucía con la conservación activa de los espacios naturales protegidos y con quienes, como los ganaderos marismeños, llevan generaciones cuidando y modelando estos paisajes». Así, ha remarcado que la ganadería extensiva es «mucho más» que un elemento de preservación de Doñana.

«Sin duda, ha sido clave en la configuración de sus ecosistemas, al tiempo que salvaguarda razas autóctonas como la yegua marismeña y la vaca mostrenca, de enorme interés cultural y genético», ha remarcado.

La ganadería extensiva es un aprovechamiento tradicional considerado compatible por la normativa del espacio protegido, al considerar que el ganado, con una determinada presencia, ha contribuido a la configuración y el mantenimiento de los ecosistemas de Doñana.

Catalina García ha destacado también «el valor cultural de esta tradición, que no solo forma parte de la historia viva de Doñana, sino que fortalece el vínculo afectivo entre sus habitantes y el espacio natural». En este sentido, ha indicado que «actos como la Saca de las Yeguas nos recuerdan que la sostenibilidad también pasa por mantener vivas nuestras raíces».

Por su parte, Arturo Bernal ha destacado que «eventos como este son un tesoro para el turismo andaluz». Sobre ello, ha indicado que «la Saca de las Yeguas es cada vez más conocida y apreciada dentro y fuera de nuestras fronteras, atrayendo cada año a miles de visitantes que buscan autenticidad, emoción y contacto con nuestras tradiciones más profundas». Además, ha añadido que «la simbiosis entre cultura, medio ambiente y turismo es uno de los grandes activos de la comunidad autónoma» y que desde el Gobierno andaluz van a seguir impulsándola «con decisión».

Por su parte, el alcalde de Almonte ha señalado que se trata de un acontecimiento «único» que «da un ejemplo inmediato y un testimonio muy firme de lo que es la conexión del hombre con la naturaleza», toda vez que ha remarcado que es un «acontecimiento cultural y antropológico de los más importantes que se producen en el mundo» ya que es «una tradición milenaria». «Es conservar la naturaleza y hacerlo además con el amor y el cariño que lo hacen los yegüerizos», ha remarcado.

El presidente de la Diputación de Huelva, David Toscano, ha subrayado que es «un momento emotivo que, sin duda, llena de orgullo a Almonte y a toda la provincia de Huelva» porque se une «tradición» y la «esencia de Doñana y de Huelva». «Es marca Huelva, es marca Andalucía y sin duda el orgullo de esta provincia», ha concluido.

De otro lado, el presidente de la Asociación de Ganaderos de Huelva, Diego Díaz, ha explicado que es un año «excepcional» ya que con las abundantes lluvias se ha producido «una merma de crías» pero «los animales »vienen bastante bien«.

En el acto, también han estado presentes la alcaldesa de Hinojos, Joaquina del Valle; el delegado de la Junta de Andalucía en Huelva, José Manuel Correa; el director general de Espacios Naturales Protegidos, José Enrique Borrallo; el director general de Política Forestal y Biodiversidad, Juan Ramón Pérez Valenzuela; el director del Espacio Natural de Doñana, Juan Pedro Castellano; y los delegados de Sostenibilidad y Medio Ambiente y de Turismo y Andalucía Exterior en Huelva, Pedro Yórquez y Teresa Herrera, respectivamente.