El PSOE, al borde de recuperar Granada tras el adiós de Luis Salvador a la Alcaldía
Aunque el PP afirma que propondrá un candidato alternativo, tras renunciar a su cargo este jueves, el edil de Ciudadanos afirmó que apoyaría a «la lista más votada», lo que devolvería al poder a Paco Cuenca en la capital
Álvaro Holgado
No ha aguantado más. El alcalde de Granada, Luis Salvador , anunció ayer su renuncia al cargo después de un mes de órdagos, ultimátums y jugadas en principio maestras pero finalmente inconclusas. Lo que empezó como una medida de presión ... del PP para que diese un paso al lado y cumpliera el supuesto pacto de alternancia en la Alcaldía —siempre pregonado pero nunca constatado—, termina con el PSOE a punto de tocar el bastón de mando a mitad de mandato como ya ocurriese en 2016 mediante moción de censura.
Salvador anunció en su comparecencia que apoyará, con el fin de alcanzar «la máxima unión y estabilidad» a «la lista más votada» , es decir, la socialista. Como hace cinco años tras la detención del alcalde del PP, Torres Hurtado, el regidor granadino dará el poder a Paco Cuenca, portavoz del PSOE , ya sea en este caso por acción , mediante el voto positivo al candidato, o por omisión , mediante la abstención o un voto a sí mismo. Esta última opción empieza a ganar peso, dada la negativa de varios dirigentes naranjas tanto en Madrid como en Andalucía a explicitar el apoyo a los socialistas.
Hace ahora 23 días, el abandono del equipo de gobierno de la capital por parte de los concejales del PP y otros dos de Ciudadanos , que pasaban así al grupo de concejales no adscritos junto al tránsfuga popular Sebastián Pérez , dejaba en una situación más que precaria a Salvador para gestionar la ciudad.
Lo suficiente para dar el «paso al lado» solicitado por los populares, pero al que en todo momento se negó el regidor de la principal alcaldía del partido naranja en toda España . La propia Inés Arrimadas , presidenta nacional de Ciudadanos, ha apoyado el estoicismo de Salvador desde el primer momento que saltara la polémica, y la petición de que los concejales populares volvieran al equipo de gobierno ha sido constante hasta el último día.
En todo caso, la dimisión de Salvador acaba con una circunstancia que ha llegado a ser dantesca. Un gobierno de sólo dos personas , el concejal José Antonio Huertas y él mismo, ha resistido durante todo el mes de junio rapapolvos, críticas e insultos de todo tipo mientras la situación de parálisis política bloqueaba cualquier entendimiento a izquierda y derecha.
Con la oposición socialista sin números para una moción de censura que siempre se consideró poco viable por la vigencia del pacto antitransfuguismo , el alcalde ha seguido en el cargo aunque siquiera tenía capacidad para convocar una junta de gobierno local y todos los trámites se han tenido que ir haciendo por decreto.
Uno por uno fue enumerándolos durante algo más de 45 minutos el propio Salvador antes de anunciar su «renuncia voluntaria» . Un eufemismo con el que evitaba decir la palabra que se le lleva pidiendo desde hace tiempo. Ni eso concedió el edil. «Yo no dimito, dimiten los que lo han hecho mal» declaraba.
Por su parte, el apoyo explícito de Salvador a que gobierne el PSOE fue recogido por los socialistas sin ningún agradecimiento entusiasta. Aludieron a que «están preparados» para coger las riendas del Ayuntamiento y fundamentaron, tal y como lo hizo el regidor de Ciudadanos, que no había «ningún acuerdo previo» para ese apoyo.
Desde el PP , mientras tanto, ven como sus opciones se agotan, por no decir que desaparecen. Señalan que propondrán su «propio candidato» y que este será «de consenso entre el centro derecha» . Los tiempos no acompañan y desde las filas populares admiten que no se prevén reuniones con Salvador en el horizonte .
Las heridas abiertas entre ambas formaciones en el contexto de Granada distan mucho de la imagen de estabilidad en el gobierno de coalición andaluz. Los líderes autonómicos ratificaron de hecho en varias ocasiones el gobierno de Ciudadanos ante la insistencia del PP granadino , cuya perseverancia e inquina por sacar del sillón a Salvador les deja finalmente fuera de la ecuación de gobernabilidad .
Por el momento, el todavía alcalde cederá su cargo en funciones en el pleno de este viernes a José Antonio Huertas , actual teniente de Alcaldía, que deberá convocar un pleno de investidura que se espera «lo antes posible ». Diez días es lo máximo que según la legislación vigente se puede alargar la elección de un nuevo alcalde y con ello, el fin de una crisis política que ha agriado casi desde el primer momento el primer y único mandato de Ciudadanos en una capital andaluza .
Un fracaso estrepitoso orquestado desde Génova
Tanto Salvador como Arrimadas han acusado en todo momento al exsecretario de organización de Ciudadanos Fran Hervias , ahora en el PP, de estar detrás de la inestabilidad en Granada.
Teniendo en cuenta el apoyo que la Junta daba en mayo al alcalde, desde el partido naranja señalan a Génova como instigadora de los movimientos del PP granadino, algunos simbólicos, como el desplante en el Corpus a Salvador o el abandono del equipo de gobierno .
El tacticismo , a la postre estrepitoso, les expulsa de nuevo en principio de una plaza históricamente popular desde principios de siglo y convierte su asalto al bastón de mando en un nuevo mazazo incluso mayor que el de las elecciones de 2019.
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