Granada 'olvida' su candidatura para ser Capital Cultural Europea en 2031

El título, conferido desde el Consejo y el Parlamento Europeo , se da cada año a una o dos localidades de uno varios países del viejo continente. Una lotería que en nueve años le toca a España . Ingentes ingresos económicos, proyección turística internacional: un escaparate único. No es de extrañar que haya tortas para hacerse con él, más teniendo en cuenta experiencias exitosas como la de Salamanca en 2002 o, aunque con menor fuerza, San Sebastián en 2016.

Granada fue la primera que pidió sitio en la fiesta. Lo hizo en 2015 y la iniciativa continuó como bandera estratégica para repensar la ciudad y su futuro pasando por casi todos los colores políticos. Primero con el PP de José Torres Hurtado , luego con el PSOE de Paco Cuenca y más tarde con Ciudadanos y Luis Salvador . La palabra Granada tenía como apellido 2031 en cada acto oficial. Sin embargo, la vuelta de Cuenca al poder tras la crisis política en el Ayuntamiento en primavera de 2021 parece haber sacado completamente de la agenda el evento.

No se convoca ningún acto público al respecto desde antes de la pandemia, en noviembre de 2019 . Para entonces era Salvador quien hacía de maestro de ceremonias como primer edil de diversos encuentros participativos para elaborar el proyecto. Ahora, tránsfuga del partido naranja, e incluso con una concejalía llamada Estrategia 2031 regalada por los socialistas tras darle su voto en la investidura, no ha hecho una sola reivindicación a favor de retomar los trabajos de la candidatura. A preguntas de este periódico, de hecho, prefiere abstenerse.

La situación de Granada sigue siendo, a pesar de todo, privilegiada. 2031 coincide con el quinto centenario de la Universidad de Granada. A la efemérides, por supuesto, se suman las joyas de la corona: la Alhambra, el Albaicín y otros elementos que crean un patrimonio incalculable que llega hasta el Granada C.F, que cumplirá 100 años también en esa misma fecha. La cuestión es que en estos dos años, a sus competidores les ha dado tiempo recortar bastante distancia y coger impulso.

Las Palmas inauguró el año pasado un ambicioso laboratorio de creación de artes escénicas, Casa Fyffes . Un equivalente a las Naves Matadero de Madrid, pero al lado de su puerto. Jerez construye su Museo del Flamenco y recoge mientras tanto los apoyos de toda la bahía gaditana. En el caso de Granada, la adquisición de la Azucarera de San Isidro para un centro de interpretación de la Vega suena ilusionante, pero el proyecto es de la Universidad, no del Ayuntamiento.

De alguna manera Granada es el mejor atleta de la carrera, pero debe decidirse pronto a bajar del autobús. Según ha podido constatar ABC a través de diversas fuentes, dentro del propio consistorio existe cierta inquietud por la dejadez con la que se está tratando el asunto. Los vaivenes políticos en estos años no ayudan, la pandemia menos, pero el hecho de que el alcalde ni siquiera haya nombrado el proyecto durante sus casi nueve meses de mandato es incluso peor.

Por el momento, desde el Ayuntamiento se limitan a señalar que «hay previstas nuevas reuniones» aunque «sin concretar». Se anticipa un encuentro en Córdoba , ciudad que se postuló fallidamente en 2016, para recoger ideas. Jerez, por cierto, ya mantuvo esa misma reunión a finales del año pasado.

Mientras tanto, desde el PP denuncian «la falta de proyecto» y señala «que se le acumulan las tareas por una dejación de funciones más que notable». Al tiempo, piden cuentas sobre las circunstancias en las que se encuentra la candidatura o, al menos, que «se aclare si todavía está sobre la mesa».