Granada
Empiezan a desmantelar la rave ilegal en La Peza tras seis días de fiesta
Cuatro personas han sido detenidas estos días en los controles de acceso a la 'rave'
J.J. Madueño
La Peza (Granada)
Sonó la música hasta que salió el sol en La Peza (Granada). La 'rave' en un terreno rural del Ayuntamiento agonizaba bajo el frío, sin que pudieran subir nuevos asistentes por los controles y vigilancia de la Guardia Civil. Al sexto día acabó la fiesta ... y una caravana de coches y camiones comenzaron a bajar de la montaña por los caminos llenos de socavones. Algunos llevan en este paraje natural desde el pasado día 30 de diciembre, cuando recibieron una ubicación con el punto dónde se iba a celebrar esta 'rave'.
Sobre las 11.00 horas se apagó la música y se comenzó a desmontar el último escenario. Por la mañana, había dos esqueletos de lo que fueron puntos de música. El pizzero decía que estaba cerrado. Había una pequeña barra, pero la mayoría estaban dormidos. El frío arreciaba en la sierra de Granada, pero aún quedaba un grupo bailando bajo una carpa con focos.
Estaban «viviendo» la música con la ayuda de algún psicotrópico. Eran los últimos reductos. Algunos ya no estaban tras seis días de fiesta para preguntas. «Me explota la cabeza», decía un italiano con la cabellera tatuada al amanecer. La mayoría, a lo largo de la mañana estaba en retirada.
Eso se podía ver en la organización. Los puntos reseñados para la basura se llenaban de bolsas, mientras la explanada quedaba limpia. Los propios 'raveros' encargaron una camión para retirar sus propios residuos, pero hubo problemas para subirlo. Así que se esperaba a que quedaran pocos en la fiesta para recogiera las bolsas el Ayuntamiento.
Temor a una hipotermia
Muchos ya se habían ido, pero otros se resistían. Hay quien dormía para partir por la mañana, cuando los efectos de todo lo tomado durante cinco días le permitieran partir con seguridad. Una chica de Jaén, con la nariz roja por el frío, temía por una hipotermia junto a un nuevo amigo suizo, que sacaba al perro después de decir que no estaba en condiciones de contestar preguntas.
Eran las horas en las que algunos grupos se calentaban en hogueras junto a las tiendas de campaña. La 'rave' se estaba apagando y comenzó a desalojarse sobre el mediodía. Para esa hora los perros ya habían tomado la explanada. Eran los dueños del lugar, mientras los 'reveros' partían como podían. Unos en sus vehículos, otros haciendo autoestop y otros caminando. Algunos no pudieron subir y tuvieron que dejar los coches a varios kilómetros.
Había quien perdió estos días a una amiga, que se marchó antes de tiempo, o incluso un novio, que se fue encandilado por otra chica. Las historias se sucedían por el camino de salida, antes de llegar al primer punto donde estaba la Guardia Civil. Con las primeras horas de la tarde comenzó la caravana de coches, lenta, parando en los caminos. «Están haciendo controles a todos, si se ponen así paramos aquí y nos quedamos. La gente ha estado de fiesta y ha hecho las cosas bien«, aseguraba uno de los conductores de uno de los camiones que bajaba.
En el propio camino un primer control aleatorio. Luego más abajo, antes de llegar a al carretera un segundo con la unidad canina. No era el último. Más adelante, Tráfico, tenía un tercer punto en el que realizaba controles de drogas y alcoholemia a todos los que bajaban. El Instituto Armado mantiene un fuerte dispositivo en la zona donde están por contabilizar las denuncias que se están produciendo. «El 90% de los que bajan dan positivo», señalan agentes de la Guardia Civil desplegados en la zona.
Estos días ha habido cuatro detenidos. Primero se detuvo a una persona por saltarse un control con un camión. Luego hubo tres más. El primero por atentado a agente de la autoridad y las otras por tráfico de drogas. Es uno de los balances, pero hay más. Estos días, según el alcalde de La Peza, Fernando Álvarez han pasado por este enclave casi 5.000 personas. «Dentro se han concentrado unas 2.000, pero el trasiego ha sido superior a las 4.000 personas», reseña Álvarez.
El regidor de este municipio espera que todo quede tranquilo en esta jornada, mientras remarcaba que la mayoría de jóvenes han venido de distintos puntos de Europa y que no están accediendo al pueblo, ni han generado problemas de orden público. La principal molestias para los vecinos están siendo de movilidad, por la presencia de coches en los arcenes y los controles policiales que dificultan la entrada y salida del pueblo.
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