Parece una situación sacada de una película: un hombre ve cómo termina su juicio y en la puerta de la sala es detenido por la presunta comisión de otro delito relacionado íntimamente con su causa. Ha ocurrido este miércoles 8 de octubre en Granada ... y el protagonista de la historia es un subinspector de la Policía Local.
El Juzgado de lo Penal número 5 de la capital granadina comenzó a juzgar a este funcionario, acusado de maltrato físico y psicológico continuado a su exmujer. Además, se le acusa de quebrantar al menos tres veces la orden de alejamiento sobre ella que había decretado un juzgado. La Fiscalía solicita para él seis años y diez meses de prisión.
Se da la circunstancia de que la Fiscalía recibió ayer una nueva denuncia por presunto incumplimiento de esa orden de alejamiento, noticia que adelantó ABC. Se habría producido el pasado fin de semana en Ronda, donde el GPS de su sistema telemático de localización situó al subinspector a apenas 50 metros de su exmujer, que estaba pasando allí unos días con su actual pareja.
Ese argumento ha querido ser esgrimido en el juicio como agravante, pero la magistrada no lo ha tenido en cuenta y ha decidido que sea objeto de una nueva vista y que en la que está en curso sólo se admitan los hechos que hasta ahora habían sido denunciados. Eso no ha impedido que, al término de la vista, el presunto infractor haya sido detenido y trasladado a dependencias policiales.
El juicio, que ha comenzado mucho más tarde de lo previsto, no ha finalizado. Proseguirá este viernes a las 9.30 de la mañana. Quedan por testificar los peritos y los policías locales que han participado en la investigación a su superior, y también que las partes eleven a definitivas sus conclusiones, algo que, en el caso de la acusación, es más que probable. Por su parte, el acusado ha negado sistemáticamente todos los hechos que se le achacan.
Sí han declarado la exmujer del subinspector y sus dos hijas, que han relatado la situación de «miedo, horror y celos» que han vivido con él. Otros dos testigos han declarado en su contra, mientras que el funcionario únicamente ha contado con un testimonio a su favor.
Aunque las primeras denuncias por quebrantar órdenes de alejamiento se remontan a 2023, el subinspector no ha sido degradado de su cargo por el Ayuntamiento de Granada. Al contrario, en abril de 2025 fue nombrado jefe de estudios del cuerpo local de seguridad. En septiembre, no obstante, fue apartado de esa función y enviado a un archivo.
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