Sólo la mitad de los niños de 5 a 11 años de Córdoba tiene pauta completa a días del final de la mascarilla

En la provincia, y según los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía (IECA) , el número de niños y niñas de este grupo etario que han recibido, al menos, una dosis , asciende a 34.667 (un 65,6 por ciento del total). Esto significa que todavía hay más de 18.150 personas de estos grupos etarios sin vacunar.

La situación de parón es más acusada en otras provincias de la comunidad. De hecho, Córdoba es la segunda con mayor porcentaje de menores protegidos con un pinchazo frente a la Covid de toda Andalucía. A la cabeza se sitúa Jaén, con un 66,3 por ciento de sus niños con una dosis (27.073); Huelva tiene al 62,2% medio vacunados y Cádiz, al 61,9%.

Otras provincias, como Málaga o Granada se sitúan a la cola de la lista en cuanto a menores que se han levantado la manga una vez para el pinchazo del Covid, con un 48,1 y 57,9 por ciento, respectivamente. En toda la comunidad están medio protegidos 364.353 niños y niñas de 5 a 11 años, el 58,7 por ciento del total.

En cuanto a la pauta completa , el total de inmunizados en Córdoba llega hasta los 27.363 (el 51,8 por ciento). De nuevo, es de las provincias en las que más ha calado el mensaje sobre la necesidad de vacunar a los menores. Jaén está, una vez más, a la cabeza , con 21.520 niños y niñas con el doble pinchazo (52,7 por ciento). Y, otra vez, Málaga es la última de la fila, con tan solo un 36,1 por ciento de quienes forman parte de este grupo, con la pauta completa (45.151).

El aún bajo porcentaje de inmunización en este grupo etario con el fin de las mascarillas a las puertas no tiene por qué suponer un aumento de hospitalizaciones. Así lo considera la Asociación Española de Pediatría (AEP) , que recuerda que los niños son un grupo poco vulnerable a la Covid , motivo por el cual, si al dejar de usar las mascarillas en los colegios se produjera un aumento de infecciones, no necesariamente habría de implicar un aumento de los casos más graves.

En cualquier caso, la vacunación de la población infantil se considera importante tanto por el bien de ellos y su entorno, así como para ayudar al control global de la pandemia . Esta medida es apoyada por todos los estamentos internacionales y nacionales, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ha quedado comprobado que la vacuna actual protege bien frente a Ómicron, sobre todo de padecer una forma grave. Al ser una variante extremadamente contagiosa, puede infectar a personas vacunadas, pero estas enferman menos y contagian menos gracias a la vacunación.

La vacuna que se está inoculando a los niños es la de Pfizer , aunque en una dosis menor que la administrada a los adultos: una tercera parte (10 microgramos en lugar de 30). Está recomendada para todos los menores con todo tipo de patologías y realidades y que, de hecho, tienen una recomendación mucho más fuerte para aquellos niños con inmunodepresión o aquellos que reciben tratamiento con inmunosupresores.

Por otro lado, y en referencia a los grupos etarios más vulnerables, al consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, ha insistido en reclamar a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que permita que se pueda dispensar desde ya la cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus a los mayores que viven en residencias e incluso a los que viven en sus domicilios, a partir de determinada edad, como podrían ser los 70 años.

Aguirre ha expresado su preocupación por que estén aumentando los casos de positivos en coronavirus a partir de los 80 años , debido a que esa población ya va perdiendo la inmunidad que proporciona la vacuna al haber pasado más de seis meses desde que se le suministró la tercera dosis.

En estos momentos, ya se ha suministrado una cuarta dosis de la vacuna a ciudadanos inmunodeprimidos, pacientes oncológicos o personas mayores de 40 años con síndrome de Down .