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Pasar el rato

La triste verdad

Los poderosos excitan cada día la cólera de los débiles, y sólo nos queda seguir despreciándolos

La tesis doctoral del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ABC
José Javier Amorós

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Hay que reformar la Constitución para ajustarla a los hechos. Hechos son lo que sucede verdaderamente y no lo que nos gustaría que sucediera. Que la soberanía no reside hoy en el pueblo español es lo cierto. Que la soberanía reside hoy ... en el pueblo español es lo bello. En estos tiempos, la belleza no coincide con la naturaleza. Está únicamente en el arte. El arte menor de la política. La triste verdad es que no contamos para nada, el poder nos ignora, somos siervos con aire acondicionado y música ambiental. No hay, hoy, más que una reforma constitucional adecuada a la realidad. Sería breve, apenas un par de líneas. Y después de ellas, sobra todo lo demás. Donde la vieja dama dice que «la soberanía nacional reside en el pueblo español», debería decir que la soberanía consiste exclusivamente en el ejercicio del poder, y cada gobierno y cada tribunal son la ley y la justicia. El pueblo es un amontonamiento biológico de personas sin responsabilidad, que no saben lo que les conviene. Puede servir para hacer encuestas. El poder soberano dirá en cada momento lo que es bueno para el pueblo. Una norma fundamental de artículo único garantizará la felicidad del pueblo en este mundo, para lo que no han de faltarle hamburguesas y telesánchez . El otro mundo quedará suprimido por el propio texto legal.

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