Depende...
Las siglas
La coalición que pide Cs a PP para acudir a las elecciones de Galicia compromete y pone en duda el voto de quienes apoyan a Feijoo
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, conversa con una trabajadora en Carballeda de Valdeorras
Después de un intenso año electoral , con repetición de comicios incluida, esta semana se han convocado elecciones tanto en el País Vasco como en mi tierra, Galicia . Como se intuía, no sólo ha comenzado el debate acerca de las fórmulas a ... través de las que conseguir una cierta -y deseable- unidad en el centro derecha sino también graves -y a veces burdas- presiones de algunos para tratar de salvar los muebles (y los cargos) ante una más que previsible y anunciada debacle electoral.
Las siglas del Partido Popular han sufrido mucho durante los últimos años. La culpa, por encima de cualquier otra consideración, ha sido la corrupción. Es un daño más que injusto, si lo comparamos con el sufrimiento padecido por otros que hoy disfrutan de la prerrogativa de la firma en el BOE y han perpetrado serios escándalos de financiación de procedencia dudosa o que han esquilmado arcas públicas al socaire de las políticas de empleo. Guste o no, el daño está ahí; sin embargo ese daño ha ido por barrios, pues las siglas PP gozan de envidiable salud y enorme valor electoral en no pocos lugares.
Plantea ahora Ciudadanos -que se negó tanto a un pacto con Sánchez que hubiese evitado el acceso podemita al poder como al España Suma que hubiese podido evitar la victoria socialista- una coalición con el PP en las tres comunidades en las que se celebrarán elecciones este año.
Lo hace exigiendo la innegociable inclusión de Galicia , desde unas siglas que han recibido el rechazo reiterado de los gallegos, con una frivolidad pasmosa, y reclamando a un partido reiteradamente triunfador e histórica y recientemente aglutinador de todo el voto moderado la renuncia a unas siglas ganadoras en beneficio de otras todavía por determinar. Vivir para ver.
Sin duda los partidos han de vertebrar un discurso coherente y defendible en cualquier parte de España . El PP lo hace, y hasta ahora siempre lo ha hecho sin olvidar que los territorios tienen singularidades que estas deben ser tenidas en consideración. Actuar al ritmo que pretende marcar un partido del todo ajeno a Galicia y que parece razonar sobre la base de que todos los españoles son de Madrid o de Barcelona sería un error clamoroso. Es posible, aunque dudoso, que esa coalición asegure los pocos de votos de Ciudadanos en Galicia pero compromete y pone en duda miles de votos identificados con las siglas del PP de Galicia o que confían en ellas aun votando a otros en otro tipo de elecciones.
Hace bien Feijoo en aguantar las embestidas: integración con generosidad sí, renuncia a las siglas y a la esencia de ningún modo. Dos más dos son cuatro en matemáticas, no en política.
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