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LITERATURA

La Córdoba de Valle-Inclán según Martínez Torrón

El profesor edita y anota por vez primera «El ruedo ibérico», en que aparecen la ciudad y varias de la provincia

Valle-Inclán, a la izquierda, en el estudio de Julio Romero de Torres ARCHIVO

LUIS MIRANDA

No se dice el nombre de la ciudad, pero a los escritores no les hace falta cuando la convocan por otros medios: «Aceras angostas. Triangulados azoquejos. Lumbre de cales. El Arcángel San Rafael levanta el estoque sobre el concurso vocinglero de las fuentes. ... Birsas de azahares y callejones morados ondulando por tapias de huertos y conventos. Larados canceles. -Motivos del moro.- Patios de naranjos y arrayanes, arquerías y persianas. En el verde silencio, el espejo de la alberca. La tarde, que acendra en el azul remoto una cristnalina claridad de sierra, llegaba con remusgado cabrilleo hasta el catre del Zurdo Montoya». Los patios y San Rafael bastan para saber que Ramón del Valle-Inclán hace una descripción de Córdoba, en un lenguaje tan preciso como poético.

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