Un 60% menos de niños en las clases por el permiso para faltar por el calor

Los padres del colegio Virgen de Linares fueron los que cogieron el banderín de la protesta, en gran medida como forma de presión a la Junta para que agilice los trámites y libere el presupuesto para la instalación de aire acondicionado en los colegios. Su puerta principal ofreció una imagen inusual a partir de la 11.00 horas por la llegada de decenas de padres para recoger a sus hijos y librarlos del golpe de calor. A esa hora el termómetro marcaba 39 grados, algunos menos de los que el mercurio llegó a registrar horas más tardes.

El director de este centro, Juan José González, se ofreció a explicar los motivos reales que llevaron a su colegio a quedarse casi sin alumnos dos horas antes de que sonara la campana –las clases apenas quedaron con «cuatro o cinco» niños-. Indicó que en este colegio, de 220 alumnos y 15 profesores, «no funcionan las fuentes para beber agua desde hace dos años» y el calor es insoportable, quizás por problema de «quien lo construyó».

Agregó que el calor que sufren los estudiantes «es el mismo que pasamos los profesores», que sí están obligados a permanecer en el centro hasta el final de las clases e igualmente «sin climatización». Ante una posible visita de la inspección de Educación, le salió un «que vengan y se den cuenta de cómo está el alumnado».