Los primeros aspirantes de las pruebas selectivas a la base logística se examinan en Córdoba

Hoy se centra en 180 solamente, para lo que se han organizado dos turnos durante el sábado. El de Davinia empezaba a las 8:00 de la mañana y comprendía al Grupo Profesional E1, que engloba las especialidades de reforma y mantenimiento de edificios, servicios comerciales o cocina y restauración. A esa hora en punto se abrían las puertas del Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones de Córdoba, que ya contaba con gente agolpándose a la entrada desde las 7.30, aunque no se han producido grandes aglomeraciones.

Los aspirantes han ido llegando poco a poco y en ningún momento se ha generado tapón alguno, es más, la sensación era de enorme fluidez y, como mucho, se ha podido ver a varias docenas de personas en la entrada, pero fundamentalmente porque estaban fumando. Cuando le preguntamos a Carmona cómo lleva el temario al haberlo estudiado en tiempo récord, contesta con enorme gracia: «yo qué sé, ahí vamos...».

Estos madrugadores que se examinaban a las 9.00 preceden a los aspirantes del turno de las 12.00, pertenecientes al Grupo Profesional E2, que incluye especialidades como carrocería, conducción de vehículos de transporte por carretera, electromecánica de vehículos, instalaciones eléctricas y automáticas o farmacia y parafarmacia.

También habrá examen el domingo, para el Grupo Profesional M1, que abarca áreas como control de calidad, mantenimiento aeromecánico, mecatrónica, automoción, laboratorio de análisis. o sistema de telecomunicaciones e informáticos.

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En la entrada del Centro de Exposiciones se encuentran dos amigos, que se saludan efusivamente. Son Juan José y Rafael. El primero se presenta a electromecánica de vehículos. El segundo a servicios comerciales. «He estudiado a ratos, cuando he podido, luego veremos cómo lo llevo», indica riendo. Reconoce además que la pérdida del hábito de estudio también le ha hecho mella. Juan José se dedica precisamente a la mecánica. Por su parte, Rafael desgrana que su temario son seis temas comunes y seis específicos, «donde la dificultad está más bien en la parte común, como la Constitución, la ley de igualdad o la de administración». Actualmente trabaja en el área de administración de una empresa.

Miguel Ángel Yepes se ha animado, como tantos españoles, a realizar el examen a una edad madura, los 55 años. Ya tiene experiencia anterior en oposiciones de otro tipo, como ordenanza de museos o intentos de acceder a la Administración como personal laboral. Se presenta en esta ocasión a servicios comerciales. «Llevo estudiando unos seis meses y la verdad es que estoy confiado».

Por su parte, Belén Rienda Castellano, de 26 años, se presenta a personal laboral. «He estado estudiando mesecitos, desde que me enteré de esto». Ya tiene experiencia con unas oposiciones anteriores, por lo que el estudio no coge desprevenida. «Lo que me ha parecido más difícil es la Constitución y las leyes». Se muestra optimista: «yo confío en mí». José Cabrilla ve, sin embargo, un poco escaso el tiempo que han tenido para prepararse el examen, en este caso de servicios comerciales, que cree que se anunció todo con cierta premura. En este caso es conductor y aspira a un trabajo más tranquilo y estable: «son ya muchos años».

Cristina Morales, de 38 años, ha compaginado su trabajo en una tienda de alimentación con el estudio del temario para la especialidad de cocina y restauración. «He sacado tiempo como he podido, entre turnos y cuando los niños dormían», comenta con una sonrisa resignada. Su objetivo es conseguir un puesto de trabajo con mejores horarios y sueldo, aunque reconoce que el proceso ha sido intenso. Como tantos, le teme a la Constitución, que parece que más que la responsable del ordenamiento jurídico parece la pesadilla de estos exámenes.

«Estudiarla, o las leyes, me parece muy farragoso con el tipo de lenguaje que utilizan». En otra parte del recinto, Antonio Serrano, de 44 años, repasa sus apuntes de instalaciones eléctricas y automáticas con gesto concentrado. «Hacía 20 años que no me sentaba a estudiar en serio», admite. Electricista de profesión, ve en esta oportunidad una forma de dar un giro a su carrera. «He estudiado lo que he podido, sobre todo en las noches, que es cuando la casa está tranquila». A pesar de los nervios, se muestra optimista: «Al menos lo intentamos».

Los aspirantes de Córdoba se suman a los de otras sedes, como la de Cádiz (Acuartelamiento Camposoto, carretera de Camposoto s/n; San Fernando, Cádiz), Madrid (Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alcalá de Henares, Campus Universitario) y Pontevedra (Escuela Naval Militar, Plaza de España s/n).