el campo

La Junta de Andalucía 'radiografía' al sector del olivar para hacerlo crecer

La Estrategia Andaluza para el Sector del Olivar está en exposición pública hasta el próximo día 22

Un olivo concebido en Córdoba para madurar antes y producir más

Tareas de recogida de la aceituna en pasadas campañas olivareras en Andalucía abc

Natalia Ortiz

Córdoba

04/12/2023
Actualizado a las 11:30h.

La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural mantiene abierto hasta el 22 de diciembre el plazo de exposición pública del documento de la primera Estrategia Andaluza para el Sector del Olivar 2023-2027, que busca, según el departamento que dirige Carmen Crespo, « ... establecer las bases de crecimiento del sector olivarero en Andalucía para los próximos años».

En concreto, pretende impulsar la calidad diferenciada de la producción olivarera de la región a través de las figuras de calidad (tanto IGP como DO), y la producción ecológica. Y es que Andalucía es la región con mayor superficie de olivar y, por ende, la principal productora nacional de aceite de oliva. Con 1,64 millones de hectáreas, representa el 60,1% de la superficie de olivar nacional y el 14,2% de la mundial.

Para llegar a un acuerdo sobre los retos y las soluciones necesarias que fomenten el crecimiento del sector, los representantes del sector, investigadores del entorno universitario y técnicos de la consejería han hecho un diagnóstico basándose en los puntos fuertes, y débiles, del olivar. Como puntos fuertes, destacan el liderazgo andaluz en el sector olivarero mundial, la expansión de producciones ecológicas, la creación de empleo, la implantación generalizada del riego por goteo y el importante tejido industrial asociado al olivar que ya está implantado en el mundo rural.

El desarrollo de estructuras asociativas de mayor dimensión, como interprofesionales y cooperativas de segundo grado, así como el aprovecho de nuevas tecnologías para el manejo del cultivo, cada vez más utilizadas, son otros de los aspectos a resaltar que recoge el documento.

Puntos débiles

Por el contrario, el sector también posee puntos vulnerables. Entre ellos, que una cuarta parte del olivar andaluz se localiza en terrenos con pendientes elevadas (más del 20%), lo que limita su mecanización. Además, casi un tercio de la superficie del olivar tiene aún marcos de plantación amplios, con menos de 100 árboles por hectárea.

El informe también hace hincapié en que existe una presencia muy elevada del monocultivo, tanto a nivel de explotaciones como de comarcas, lo que termina por concentrar el riesgo. La variabilidad de los precios del aceite de oliva, la subida de los costes de la energía y los insumos, así como las dificultades para encontrar mano de obra, también son factores 'en contra' del avance del sector olivarero, a juicio de los expertos andaluces.En base a este escenario, la Estrategia Andaluza establece una serie de medidas para abordar los objetivos estratégicos.

La primera de ella es trabajar en la mejora de la competitividad de las explotaciones, incentivando la gestión conjunta y el relevo generacional, entre otros aspectos. También se ve necesario mejorar las infraestructuras y todo lo relacionado con las TIC. En cuanto a la sostenibilidad de las explotaciones, se plantea apoyar las explotaciones de olivar tradicional y/o de montaña, a través de las cargas fiscales, por ejemplo.

El fomento de la producción integrada, las energías renovables y la captura de carbono se incluyen en el plan. Por otra parte, destaca el objetivo de mejorar la competitividad de las industrias asociadas al olivar, con el impulso de nuevos desarrollos tecnológicos y la adopción de certificadores de calidad. Respecto a la sostenibilidad de dichas industrias, uno de los puntos que se resaltan es el fomento de la sustitución de envases de plástico por bioplásticos compostables.

De otro lado, se quiere trabajar con el sector en el aumento del valor añadido, potenciar la calidad diferenciada y abrir nuevos mercados haciéndolo, a su vez, con más controles a la calidad comercial. La economía circular es uno de los grandes objetivos estratégicos que incluye el plan.

Además del impulso de una gestión eficiente del agua y el fomento de la utilización de los bioproductos del olivar, destaca la iniciativa de desarrollar una plataforma andaluza de bioeconomía para favorecer el intercambio de conocimientos y establecer redes de cooperación entre los distintos actores.

En cuanto a la digitalización, es necesario trabajar el uso de las TIC y la agricultura de precisión, así como en las fuentes de datos abiertas. La estrategia andaluza también considera imprescindible el fomento de un sistema que abarque los campos ciencia-tecnología-empresa y que haga de la innovación un motor de desarrollo.

Consolidar la formación y el asesoramiento para los agentes de la cadena entra dentro de las grandes medidas propuestas por los agentes andaluces, y se busca hacerlo a través de la incorporación de titulados universitarios y ciclos formativos a las empresas oleícolas, la mejora del sector productor en competencias relacionadas con el manejo del cultivo o la biodiversidad, y el fomento de transferencia del conocimiento desde el ámbito científico al campo.

La promoción de las bondades del aceite de oliva y la aceituna de mesa, así como la simplificación administrativa, necesaria para superar barreras que ralentizan actualmente al sector, son los últimos objetivos expuestos en la estrategia andaluza.