Agricultura
La campaña olivarera acaba en Córdoba con una cosecha más mermada de lo que se esperaba
Hasta ahora se han molturado 137.885 toneladas de aceite, menos de la mitad de las 280.000 de 2022
El sector de la aceituna de mesa de Córdoba prevé que la cosecha se reduzca a la mitad
Pablo Cruz
Córdoba
Con bastante adelanto a lo que es habitual, la campaña olivarera 2022-2023 ya ha concluido en Córdoba, según puso de manifiesto recientemente la Delegación Provincial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural. Las estadísticas, con los datos correspondientes a marzo todavía por cerrar, ... indican que la cosecha será bastante inferior a la que del año pasado y a lo que marcaban las previsiones que hizo la Junta de Andalucía en octubre, debido a la persistencia de la sequía.
En sentido contrario se han comportado los precios del aceite de oliva, que han llegado a unos niveles desconocidos desde hace bastantes años, lo que está permitiendo obtener mayores ingresos a las empresas del sector en sus operaciones comerciales con el exterior, aunque la industria tiene el temor de que esas altas cotizaciones puedan terminar afectando a la demanda.
Las últimas cifras sobre la producción publicadas por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) indican que a finales de febrero las 193 almazaras repartidas por toda la provincia habían molturado 137.885 toneladas de aceite frente a las 280.000 que en las mismas fechas de 2022.
Para Asaja, «estos datos son ya casi definitivos a la espera de las estadísticas de marzo, que serán bajas». La Administración autonómica aseguró la semana pasada que los rendimientos grasos de la aceituna correspondientes a esta temporada se sitúan en el 17,2 por ciento, muy por debajo de la media de los últimos años.
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La patronal agraria, junto con los representantes del sector consultados por ABC, dan por imposible que se pueda llegar a las cifras que estimaba el departamento de Carmen Crespo al inicio de la campaña. En ese estudio se esperaba que la producción final en Córdoba de oro líquido alcanzara las 158.000 toneladas.
Esta cuantía ya suponía un descenso del 47,3 por ciento respecto a la temporada anterior. Se da la circunstancia de que estos números son los más bajos desde el periodo de recolección 2014-2015.
La gerente de la Asociación Cordobesa de Almazaras Industriales (Acora), Macarena Sánchez, consideró que la campaña 2022-2023 «ha sido una de las peores que recuerdo» por varios motivos, entre los aparece el incremento de hasta un 40 por ciento de los costes de estas empresas. «A todo esto se suma que la cosecha se ha reducido, según las zonas, entre un 40 y un 50 por ciento, algo que ha provocado un aumento sustancial del precio, pero también ha dificultado poder atender la demanda de producto de nuestros clientes», según remarcó. En cuanto a los rendimientos grasos, esta dirigente apuntó que al inicio de la recolección estaban en la media, pero «sufrieron un descenso muy acusado tras las lluvias de diciembre».
Peores datos son los que manejan en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Baena. Su secretario general, José Manuel Bajo, informó de que en su caso la producción ha menguado un 70 por ciento en relación al pasado año, 10 puntos por encima de lo que preveía el Consejo Regulador al comienzo de la recogida de la aceituna.
La falta de lluvia ha provocado que en muchas explotaciones ni siquiera se haya recogido el fruto por tener calibre muy bajo
«La mala situación climatológica con la que llegábamos a la campaña por la falta de lluvias no ha terminado por mejorar en los meses siguientes, lo que ha provocado que en no pocas explotaciones no hayan podido entrar a trabajar por los bajos calibres del fruto», según recalcó.
Otra consecuencia de esa menor producción y del retraso en el inicio de la temporada a la espera de precipitaciones es la reducción del aceite calificado por el marco, según puso de manifiesto Bajo.
Fruto de esa menor cantidad de zumo de aceituna existente en el mercado, los precios han seguido teniendo una tendencia alcista hasta alcanzar unos números que no veían en el sector desde hace años. Las estadísticas oficiales de la Consejería de Agricultura que la cotización media del virgen extra se situaba la pasada semana en los 5,31 euros por kilo, un 44 por ciento más que hace un año por esas fechas cuando se llegaba a los 3,69 euros. La evolución durante la campaña ha sido creciente como demuestra el hecho de que el aceite se ha encarecido casi un 29 por ciento.
El representante de la DOP Baena tiene claro que en los próximos meses no se producirá una bajada «brusca» de los precios, sino que «tenderán a contenerse o a seguir subiendo algo más» debido a la caída de la cosecha.
En una línea similar se manifestó la gerente de Acora, quien señaló que, «considerando que ya conocemos la disponibilidad de aceite para el resto de la campaña, mi opinión es que los precios deben mantenerse estables, aunque todo dependerá de las condiciones pluviométricas».
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