Turismo
Descubre los mejores castillos para visitar en Córdoba
Cuentan con siglos de historia y sus muros han sido testigos de contiendas e intrigas
Estas fortificaciones formarán parte de la iniciativa de promoción Castle Love que pondrá en marcha la Diputación
'Castle Love', el gancho de la Diputación para promocionar once castillos de Córdoba

El valor estratégico de la provincia cordobesa durante la Edad Media motivó la proliferación de centenares de edificaciones defensivas, fortalezas inexpugnables, torres vigía y atalayas de las que hoy en día permanecen algunas en pie (pocas, si se tiene en cuenta que hay unas 300 censadas).
De norte a sur, los castillos que siguen sumado años a sus siglos de historia constituyen uno de los tesoros patrimoniales y turísticos más destacados de Córdoba. Por ello, la Diputación pondrá en marcha una iniciativa de promoción denominada Castle Love, una apuesta para poner en valor estas estructuras defensivas que salpican la provincia.
Estos son las edificaciones que formarán parte, a priori, de este proyecto: el Alcázar de los Reyes Cristianos en la capital, además de los castillos de Belalcázar, Belmez, Priego de Córdoba, Espejo, Almodóvar del Río, Ashar (Iznájar), Zuheros, Luque, Cabra y Palma del Río.

Alcázar de los Reyes Cristianos
Esta imponente fortaleza y palacio es uno de los monumentos más emblemáticos de la capital cordobesa. En época romana fue un 'castellum' tardoantiguo y, posteriormente, formó parte del conjunto de edificios que constituían el alcázar omeya. Tras la conquista cristiana, los castellanos reutilizaron parte de esta alcazaba almohade. El edificio, tal y como se conserva hoy día, se levantó durante el reinado de Alfonso XI en 1328.
Los Reyes Católicos pergeñaron en este espacio la estrategia para conquistar el reino de Granada y aquí también se desarrollaron las conversaciones con Cristóbal Colón previas a su primer viaje a América.
A lo largo de su historia ha desempeñado funciones muy diversas: en la Edad Moderna fue sede de la Inquisición, desde 1822 hasta 1931 fue cárcel y posteriormente acogió instalaciones militares hasta su cesión al Ayuntamiento de Córdoba en 1955.

Castillo de Belalcázar
Esta fortaleza es una de las más impresionantes de la provincia. El resurgir de este gigante se produjo en 2020, tras las obras de rehabilitación que lo rescataron del abandono. Ahora, el recinto es visitable.
El castillo empezó a construirse hacia la segunda mitad del siglo XV, si bien en el mismo lugar ya hubo una fortaleza romana, continuada luego en época musulmana. Sirvió de residencia a los condes de Belalcázar, señores feudales del territorio.
Puesto que se sitúa en uno de los pasos fronterizos para llegar a la capital, este castillo ha sido testigo de guerras entre cristianos y árabes, escaramuzas del Medievo y hasta la acometida de las tropas francesas en la Guerra de la Independencia.
Destaca por su imponente torre del homenaje, que con sus 47 metros de altura es la más alta de España y un símbolo icónico del paisaje de la comarca de Los Pedroches.

Castillo de Belmez
Es uno de los castillos más característicos de Andalucía debido a su ubicación y a su peculiar forma que parece adaptarse perfectamente al terreno rocoso. Visible desde varios kilómetros a la redonda, data del siglo XIII (los primeros escritos que hablan del castillo son de 1245).
Entre sus elementos arquitectónicos más detacables sobresale su torre del homenaje, además de varios lienzos de muralla que aún se conservan. Su privilegiada ubicación la convirtió en una importante zona de control durante la Reconquista. En la actualidad, el castillo permanece abierto de manera permanente para su visita.
Castillo de Priego de Córdoba
Esta edificación es de origen árabe que fue rehabilitada entre los siglos XIII y XIV. Desempeñó un papel clave durante la Reconquista debido a su ubicación estratégica como fortaleza fronteriza entre los reinos musulmanes y cristianos. Más adelante, durante el período de los Reyes Católicos, perdió parte de su importancia militar, y su uso se diversificó.

El castillo fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1993 debido a su relevancia histórica y patrimonial. En la actualidad, es uno de los principales atractivos turísticos del municipio. Ha sido restaurado parcialmente para preservar su estructura y permitir su visita.
Castillo de Espejo
Esta edificación, también conocida como Castillo de Alcalat, fue construida en el siglo XIV sobre una antigua alcazaba musulmana, durante el proceso de la Reconquista. El castillo es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar de la Baja Edad Media en Andalucía.
Sus numerosas modificaciones han alterado sustancialmente su esquema constructivo original para adaptarlo a habitación señorial. Posee altos muros y almenas que en su tiempo sirvieron para proteger a los habitantes de la región de los ataques. Además, estaba rodeado por un foso, aunque hoy en día no está completamente conservado.
Castillo de Almodóvar del Río
Esta edificación es la mejor conservada y explotada turísticamente de la provincia cordobesa. Su popularidad se disparó tras aparecer la séptima temporada de la famosa serie 'Juego de Tronos'.
El castillo tiene raíces antiguas, ya que se construyó originalmente en la época romana, aunque fue durante la ocupación musulmana (siglo VIII) cuando se convirtió en una fortaleza importante. En 1240, durante la Reconquista, fue conquistado por Fernando III de Castilla, y a lo largo de los siglos posteriores, sufrió varias modificaciones por parte de los cristianos.
El castillo actual tiene una marcada influencia gótica, resultado de las reformas realizadas entre los siglos XIV y XV. Fue restaurado en el siglo XX por el conde de Torralva, quien dedicó gran parte de su fortuna a devolverle su esplendor medieval.
Castillo de Ashar
El castillo de Iznájar fue construido durante la época musulmana, probablemente en el siglo IX o X, como parte del sistema defensivo del Califato de Córdoba. Su nombre, Ashar, proviene del árabe y podría estar relacionado con la palabra 'al-ashar', que significa 'diezmo' o 'diezmo de la cosecha', indicando su posible relación con la administración de recursos y tributos.
Durante la Reconquista, en el siglo XIII, el castillo pasó a manos cristianas, convirtiéndose en un bastión estratégico de la corona de Castilla en su lucha contra el reino nazarí de Granada. Desde entonces, la fortaleza tuvo diversas modificaciones para adaptarse a las necesidades defensivas de cada época.
Castillo de Zuheros
El Castillo de Zuheros era una antigua edificación musulmana (tenía el nombre de Sujayra, origen del actual nombre del pueblo) que se construyó como una fortaleza defensiva sobre un promontorio rocoso, lo que le ofrecía una posición estratégica para controlar el valle del río Guadajoz y la ruta hacia Granada. Su ubicación sobre un acantilado le confiere una apariencia impresionante y lo convierte en un símbolo del pueblo.

Tras la Reconquista cristiana, el castillo fue reformado y adaptado por los nuevos ocupantes cristianos, especialmente en los siglos XIII y XIV. A lo largo de los siglos, perdió su función militar y cayó en desuso, aunque parte de su estructura se mantiene en pie.
Castillo de Luque
También conocido como el Castillo de Hisk Lukk, tiene su origen en las postrimerías del Emirato Omeya y está ubicado sobre la base de una antigua fortaleza romana. En 1240, Fernando III el Santo tomó la fortaleza, lo cual fue decisivo en su conflicto contra los musulmanes, pues tuvo el control de este territorio fronterizo durante más de cien años.
Los restos que hoy se conservan son principalmente del siglo XIII: un castillo roquero, infranqueable por tres de sus lados, que cuenta con dos grandes torreones, tres tramos de murallas que defienden el acceso a su interior y una puerta que en su día fue levadiza.
Castillo de Cabra
Se cree que el castillo tiene orígenes islámicos, construido probablemente en el siglo X. En esa época, servía como una fortaleza defensiva importante debido a su ubicación estratégica en el sur de la península. Su posición en un cerro elevado lo hacía ideal para controlar las rutas entre las tierras del interior y la campiña cordobesa.

Tras la Reconquista cristiana en el siglo XIII, el castillo pasó a manos de la nobleza castellana. Posteriormente, fue reformado y adaptado para convertirse en una residencia señorial, especialmente después de que la familia Fernández de Córdoba, los señores de Cabra, lo tomaran bajo su propiedad. Más tarde, los Duques de Sessa adquirieron el dominio, dándole el nombre por el que también se le conoce.
Castillo de Palma del Río
Esta fortaleza, o más bien, lo que queda de ella, sigue siendo un símbolo del pasado medieval de la región. Actualmente, es conocido principalmente por sus restos, que incluyen una torre de planta cuadrada, que ha sido restaurada parcialmente, y diversas paredes y murallas que aún se conservan.
Sus orígenes se remontan al Alto Medievo. La alcazaba de esta construcción fue levantada en el siglo XII por los almohades. El conjunto fortificado está conformado por el castillo y la cerca de la villa medieval, que se encuentra muy bien conservada.
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