El aceite de oliva sigue imparable en el mundo: 3,5 millones de toneladas, un 27% más de exportaciones y un 13% más de consumo

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La cumbre mundial en Córdoba también ha servido para certificar la ruptura de otro techo histórico. Ha sido récord de la serie en exportaciones, en las que ha producido «un incremento del 27% respecto a la campaña anterior», refleja el COI.

En cuanto al mapa de los países que han permitido este crecimiento de la comercialización exterior del aceite oliva en la última campaña están «Turquía (+132%), Túnez (+38%), España (+31%) e Italia (+25%)», tradicionalmente los principales productores del mundo.

Otra reflexión vital para el futuro del zumo de aceituna es que el comercio internacional del aceite de oliva continúa ganando peso dentro del conjunto del sector. El organismo internacional destaca que «en las últimas campañas, entre el 35 por ciento y el 40% de la producción mundial se destina a la exportación».

Supone un crecimiento exponencial, puesto que hace dos décadas, en la campaña de la aceituna 2003-2004, el volumen de las exportaciones del aceite de oliva producido «apenas alcanzaba el 20 por ciento», apuntan desde el COI. A su juicio, «esta evolución consolida la creciente relevancia del mercado exterior y refuerza el papel del aceite de oliva como producto agroalimentario global de referencia».

El consumo mundial «muestra una recuperación superior al 13 por ciento en comparación con la campaña precedente», dibuja la cumbre del aceite de oliva en Córdoba, impulsado principalmente por el comportamiento de «los países de la Unión Europea (+13%), con un aumento destacado en España (+21%)».

Pero, quiénes son los destinos emergentes que pueden expandir la comercialización y el consumo del aceite de oliva en el planeta. El COI ha detectado en la última campaña 2024-2025 (con datos hasta julio) que las importaciones han crecido fundamentalmente «en Australia (+57%), Canadá (+42%), China (+98%) y Estados Unidos (+21%)».

El precio del aceite de oliva, otra de las preocupaciones de los productores (el problema de subida por falta de cosechas o el descenso ante producciones muy altas), se ha estabilizado por fin en los últimos años. Así, el precio del aceite de oliva virgen extra, el nivel de calidad más elevado, «tiende hacia una cierta normalización, situándose en torno a los 4 euros el kilogramo».

En este sentido, una de las excelentes noticias para los consumidores es que a pesar de alcanzarse una campaña récord de producción en el año pasado en el mundo, los precios «se han mantenido estables gracias al incremento sostenido del consumo y de las importaciones».

Las previsiones de producción de aceite de oliva para la campaña 2025-2026 apuntan «a una vuelta a la normalidad en los niveles de producción», aseguran desde el consejo, con un volumen estimado «en torno a los 3,3 millones de toneladas» de producción mundial. Aunque esta cifra supone «una ligera disminución respecto a la campaña anterior, se mantiene claramente por encima de la media de las últimas campañas».

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En este contexto, la organización prevé una recuperación de la producción «en países como Italia y Egipto». También un «descenso significativo» en la producciones de Turquía, Jordania y Argentina, y una «reducción moderada» en España y Portugal.

En cuanto al mercado, esperan que «se mantengan los niveles de consumo y exportaciones respecto a la media de las últimas campañas, lo que permitiría consolidar la estabilidad de precios o incluso una ligera tendencia al alza».