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Finca Torilejos: el exsubdelegado Jesús María Ruiz declara que sólo se envió a patrullas rurales «para no avivar el conflicto de la valla»
Ruiz niega favoritismos hacia los dueños de Torilejos y traslada la responsabilidad operativa a la Guardia Civil en el dispositivo de seguridad
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Córdoba
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Iniciar sesiónEl exsubdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz, ha declarado este miércoles en otra jornada del juicio que se celebra en el Juzgado de lo Penal 4 contra 15 acusados por el asalto y atentado a guardias civiles dando su versión sobre los hechos ... ocurridos en 2007 en la finca Torilejos de Posadas, un conflicto que a su juicio «se enmarcaba en una serie de disputas que venían produciéndose en la localidad y otros puntos de la provincia» de la mano de la plataforma 'A desalambrar'.
Ruiz ha admitido ante la jueza que en este caso, la Subdelegación tiene todas las competencias en materia de seguridad, pero no ordenó el dispositivo especial. «Nuestra misión no era ver de quién era la cancela», ha aclarado abundando en el hecho de que «en aquellos años había muchísimos conflictos como este para abrir caminos públicos».
Ruiz ha declarado que «conocía que se iba a montar un dispositivo de vigilancia normal, ante la previsión de que personas se manifestaran en la finca, aunque no se conocía si la valla era legal o no«. En este sentido, el exsubdelegado.
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El responsable del Gobierno central en 2007 -fecha en la que se produjeron los hechos- ha señalado ante la jueza que el despliegue inicial estaba previsto para una marcha pacífica, pero que por la tarde se modificó el dispositivo ante la evolución de los hechos. En ese contexto, ha declarado Ruiz que según le informó el coronel de la Guardia Civil, algunos de los manifestantes portaban mochilas con piedras y ladrillos, y que la USIG -que no acudió en un primer momento pero luego mas tarde sí- cuando procedieron a las detenciones.
Ruiz ha insistido en que la Subdelegación solo tuvo un papel de supervisión que la decisión última era de la guardia civil y que «lo que pasó luego es otra cosa». En este sentido, ha aclarado a preguntas de una de la defensa de los acusados que no tenía relación alguna con los propietarios de la finca y que no recuerda con certeza si envió un burofax al Ayuntamiento de Posadas para verificar la titularidad de la cancela, aunque no descartó que pudiera haberlo hecho.
Lo que sí ha reconocido el que fuera el representante del Gobierno central en Córdoba (PSOE) es que «había algunas informaciones que apuntaban a que esta concentración de los activistas podrían ser más intensas que otras veces pero aun así no enviaron más efectivos de reacción -antidisturbios- porque pensaban que el despliegue de esas fuerzas iban a reavivar el conflicto contra los manifestantes«.
Sin agentes de reacción
En cuanto a la operativa del dispositivo, el subdelegado ha asegurado en la sala que solo se movilizaron patrullas locales de Posadas y alguna más de pueblos cercanos, siguiendo la decisión de la Comandancia de la Guardia Civil, tras la reunión que mantuvo con el coronel un día antes para coordinar la seguridad. Ruiz ha matizado que el despliegue buscaba «garantizar la seguridad sin agentes de reacción para no avivar el conflicto, sin intervenir en la titularidad de la propiedad ni en decisiones de carácter operativo de la Guardia Civil«.
Por su parte, el expresidente de la plataforma 'A desalambrar' ha declarado ante el tribunal que en todo momento la manifestación tenía «carácter pacífico con mujeres y niños y que hasta entonces la relación con los agentes y con el propio teniente que dirigía el operativo en otras concentraciones había sido cordial«.
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Otro de los testigos que recogía con su cámara de fotos estas concentraciones de los activista frente a los caminos que ellos consideraban públicos, ha declarado que ya habían estado en ese lugar en otras ocasiones, llegando incluso a comer y dormir en el camino pero ese día, «de repente empezó la guerra; empezaron a pegarnos palos, fui al médico y lo denuncié me llevé un palo de esta señora agente», ha declarado.
En este sentido, ha declarado que no sabe si alguien cortó la valla o se cayó pero que la vio caerse y «venir a los antidisturbios de dentro de la finca para afuera, asegurando que os que empezaron a pegar fueron la guardia civil y cuando entramos a la finca y a otro compañero le pegaban vergarazos«.
«Alguien tiró la alambrada de espino, me estaban pegando y ya lo que hice es correr para arriba, para el cerro... nos fuimos todos los que estábamos en la cancela, siete u ocho, todos subimos para el cerro«, ha declarado este testigo.
«Y luego después de salir corriendo perdí la cámara de fotos y alguien después me la dio... entramos en penumbra ya se hizo de noche«, ha explicado ante la jueza este otro testigo entre la nebulosa que se produce en cada uno de los testigos por unos hechos ocurridos en 2007 y que se juzgan en 2025.
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