Perdonen las molestias
Tranquilos
El 14,2% de reservas hídricas es desasosegante. Hay pelis apocalípticas con cifras más altas
La baja cosecha de olivar y el alza de precio reducen el consumo y las exportaciones
El año agrario se solventa con malas cosechas por el bajo riego
Gene Kelly no podría haber cantado hoy bajo la lluvia en Córdoba. Es un dato objetivo. Matemático. En 1952 quizás sí. Pero hoy se tendría que haber sentado a esperar a que un frente húmedo entrara por el Golfo de Cádiz en dirección norte. ... Los productores de la Metro Goldwyn Meyer se habrían hartado de gazpacho fresco y gastado todo el presupuesto en jamón de bellota del Valle de los Pedroches. Porque oiga: es casi más fácil que caiga un meteorito en la calle Gondomar. Que tampoco es descartable en las actuales circunstancias.
Habrá quien ponga en duda el carácter antropogénico de la emergencia climática. De acuerdo. Pero los datos son los datos. Y los datos dicen que los embalses de Córdoba están al 14,2 por ciento de su capacidad. Es decir: que las trece presas de la demarcación provincial suman 473 hectómetros de agua de un total de 3.411 de almacenaje posible, según informa puntualmente nuestro colega Rafael Aguilar en las páginas de este mismo periódico. Ténganlo en cuenta cuando se queden pensando en las musarañas bajo la ducha. O cuando pisen el césped del campo de golf para golpear la pelota con el palo largo. En el caso, naturalmente, de que pisen el césped del campo de golf. Que oiga.
Los negacionistas aseguran que todo está en orden. Que vivimos en un área geográfica de clima mediterráneo y que, por consiguiente, sufre vaivenes pluviométricos agudos, con recurrentes periodos de sequía y otros tantos de lluvia. No lo ponemos en duda. Pero claro. El 14,2 por ciento es una cifra inquietante. Un guarismo que acojona. Hemos visto películas apocalípticas con números menos alarmantes, donde los servicios de protección civil aparecían en estado catatónico corriendo como pollos sin cabeza de un lado para otro de la ciudad.
No digo que entremos en modo histeria. Ni mucho menos. Ayer mismo vi al señor del tiempo en televisión hablando con toda parsimonia mientras que en Córdoba apenas nos quedan reservas hídricas del 14,2. Que por cierto. Lo más turbador de todo es ese cero coma dos por ciento que cuelga del catorce. Unas decimales escalofriantes que acojonarían al mismísimo Gene Kelly. No me digan que no.
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