Acaba la cesión formal a Amara del Centro de Formación de Renovables de Lucena

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ABC Córdoba

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Tras la rúbrica del acuerdo el pasado 20 de diciembre, Amara podrá hacer uso del edificio ubicado en el Parque Empresarial Príncipe Felipe durante los próximos 75 años, lo que les permitirá trasladar su ubicación actual en la calle Cervantes aunque conservarán el espacio para actividades que tienen a disposición en el Complejo Los Santos. Ahora comienza el proceso de «gestión de las ayudas económicas para la rehabilitación completa del edificio que se encuentra completamente destruido, hay que empezar prácticamente desde una estructura de hormigón», como ha explicado a ABC Córdoba Pedro Bergillos, gerente de la entidad.

El proyecto, que se alzará en un espacio de 8.859 metros cuadrados, ronda una inversión de 7,5 millones de euros y una estimación de cuatro fases de ejecución.

La primera fase consistirá en la rehabilitación integral del edificio actual con una inversión aproximada de tres millones de euros, incluyendo la normativa de accesibilidad requerida para el posterior uso que albergará el espacio. Bergillos ha detallado que «esta fase convergerá en el tiempo con la construcción del nuevo edificio que se habilitará para los residentes», y cuyas plazas esperan «duplicar alcanzando las 60 de las 28 actuales». Además, esperan poder dar servicio a 150 personas en el centro ocupacional, que ahora mismo registra un número de 63 usuarios, junto a los 14 de la Unidad de Estancia Diurna.

«La intención es ampliar tanto las plazas de residentes como del centro de formación ocupacional y unidad de estancia diurna. Además, se plantea la posibilidad de crear una nueva residencia de gravemente afectados», ha subrayado, «fundamental para que personas con discapacidades físicas y psíquicas graves no tengan que ser trasladados a otras provincias como sucede en la actualidad». Aún sin fechas concretas, existen unos plazos de ejecución que marca el acuerdo alcanzado como son «tres años, desde la firma del contrato, para solicitar la licencia de actividad y obra; dos años, desde el otorgamiento de la licencia, para el inicio de las obras; y siete años para la finalización de la misma».

El proyecto, aún sin concretar definitivamente, contempla en el edificio actual de tres plantas de altura, las zonas de recepción y administración, el comedor-centro de día en planta baja y, en la planta primera, centro de día con aulas de educación especial y aula multisensorial o servicios de fisioterapia y logopedia, junto al salón de actos. La planta segunda se destinaría al centro ocupacional. En cuanto a la ampliación, se proyecta un nuevo cuerpo de edificación a la izquierda del existente, de una planta de altura para zona de personal, cocina y almacenaje.

Además, se ha proyectado la construcción de un nuevo edificio de tres plantas de altura, a la derecha del edificio existente, cuyo uso será como zona de residencia con capacidad para 84 plazas, de las que 32 situada en el nivel más bajo, se destinarán a personas afectadas de mayor gravedad. Por su parte, los espacios libres se han diseñado con superficies ajardinadas o pavimentadas, incluyendo la construcción de dos pistas deportivas, piscina, pérgolas decorativas, tránsito de vehículos y 22 plazas de aparcamiento.

«Es fundamental este proyecto para poder atender la demanda que la sociedad de nuestra comarca y provincia requiere», además de ser «una fuente de empleo gracias al aumento de la plantilla», que esperan duplicar y que actualmente se sitúa en medio centenar.

Aunque el progreso del proyecto dependerá de la obtención de fondos, Bergillos ha señalado que, «hasta no tener la cesión, no hemos podido a comenzar a captar fondos». No obstante, una de las primeras medidas será «cerrar el edificio para evitar que el deterioro y expolio del mismo continúen avanzando».

El edificio, llamado en su día a ser un centro pionero en nuestra comunidad autónoma, requirió una inversión de 3,4 millones de euros, abonados por la Junta de Andalucía (2,7 millones) y el Ayuntamiento de Lucena. A pesar de que su inauguración estaba prevista para 2011, nunca llegó a abrir sus puertas y, con el paso de los años, ha sido objeto de numerosos y reiterados actos vandálicos que han deteriorado completamente las dependencias, que constaban de aulas de formación, una biblioteca, un archivo y un salón de actos polivalente, además de oficinas para la administración, cuatro naves industriales, laboratorios y talleres.