corrupción
Así fue la 'barra libre' de la Faffe: enchufados, ayudas sin justificar y 40 pagos en puticlubs con dinero público
La Audiencia condena a seis años de prisión al exdirector de la fundación pública Faffe, que tenía una «afición descontrolada» a los locales de alterne
Seis años de cárcel para el exdirector de la Faffe por hacer pagar a los andaluces sus gastos en burdeles

La Faffe, una entidad de la Junta de Andalucía creada para formar a los parados andaluces. se convirtió en un agujero de dinero público y el epítome del enchufismo y el clientelismo en la Administración autonómica en la etapa del PSOE. La Audiencia de Sevilla ... acaba de condenar a su director general, Fernando Villén Rueda, a seis años de prisión por utilizar tres tarjetas bancarias de la fundación para el pago de los servicios que recibió en distintos locales de alterne de Sevilla, Cádiz y Córdoba durante seis años (2004-2010), casi todo tiempo que la fundación estuvo funcionando gracias a las subvenciones que le inyectaba el Gobierno socialista para impartir cursos de formación.
¿Quiénes trabajaban en la Faffe? ¿Cómo los fichaban?
El germen de la Faffe, las siglas de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo, fue un ente estatal transferido a la Junta con el traspaso de las políticas activas de empleo. De tener a 120 trabajadores pasó a pagar 1.870 nóminas en el año 2010, personal contratado sin ningún procedimiento. Un simple currículum o el carné del partido fueron la llave de entrada en una fundación que empleó a primos, hermanos, cuñados y familiares de ex cargos del PSOE. La Guardia Civil halló hasta 200 asalariados vinculados a este partido y sindicatos.
El enchufismo era vox populi y obligaba a tomar cautelas. «No era bueno hablar mal de nadie porque nunca sabías qué relación podía tener esa persona con algún cargo de responsabilidad», reconoció un antiguo empleado a la Guardia Civil que investigó las irregularidades en ayudas para cursos de formación gestionados por la entidad.
¿Dónde se gastaron las subvenciones?
La Faffe manejó hasta 252 millones de euros en ayudas entre 2003 y 2011 y dejó 55,64 sin justificar, según la Cámara de Cuentas. Parte del dinero se desvió a gastos tan poco edificantes como juergas en prostíbulos. Su director general, Fernando Villén, gastó hasta 32.566 euros en burdeles de Sevilla, Córdoba y Cádiz, abonados con tarjetas oficiales. Villén formaba parte de la ejecutiva del PSOE-A que dirigía Chaves.
La manguera de dinero público permaneció enchufada a la Faffe hasta su disolución el 2 de mayo de 2011. El mismo día que la Junta acordó liquidarla, el 19 de abril de 2011, la Junta concedió una ayuda de 16,6 millones a la entidad, a sabiendas de que ya tenía los días contados.
¿Cuántas fiestas se pagaron con dinero público?
No fueron una ni dos, sino cuarenta las veces que Fernando Villén Rueda sacó de la cartera la tarjeta de crédito que tenía asignada como director general de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) y pagó sus gastos en prostíbulos con ella. Es decir, «40 veces que se apropió de los fondos públicos». Esto es un hecho que considera «probado» la sentencia redactada por la magistrada de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla Mercedes Alaya y notificada este jueves a las partes. Su «afición descontrolada» a los locales con luces de neón, sirenas parpadeantes y mujeres medio desnudas va a llevar a la cárcel al ex alto cargo, que fue secretario de Empleo en la Ejecutiva del PSOE andaluz.
¿Quiénes son los condenados?
Después de que un jurado popular emitiera un veredicto de culpabilidad, el tribunal ha impuesto una pena de seis años de prisión –lo que solicitaron la Fiscalía Anticorrupción y la acusación particular de la Junta– al ex director general de Faffe.
El ex alto cargo la dirigió desde su creación en 2003 hasta su último día, el 2 de mayo de 2011, cuando la Junta decidió disolverla e incorporar a sus más de 1.500 trabajadores en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), la agencia pública que gestiona las oficinas del paro.
La Audiencia castiga la conducta de Villén como autor de un delito continuado de malversación en concurso medial con un delito continuado de falsedad en documento oficial en concepto de inductor. Le impone también una multa de 7.200 euros e inhabilitación especial para el ejercicio de cargo o empleo público durante seis años.
¿Villén actuó solo?
No. En la sentencia, que tiene un carácter ejemplarizante, se condena también a cinco años y tres meses menos un día de prisión a la ex directora económica-financiera de la Faffe, Ana Valls.
Valls, que ahora trabaja en el SAE, se concertó con su jefe para simular la devolución del dinero en metálico a la caja central cuando éste se negó a reintegrar lo gastado en los clubes de alterne mediante transferencia bancaria. «Su intención era no restituir los fondos públicos distraídos», sostiene la resolución. La exdirectiva deberá pagar una multa de 5.840 euros y puede ser suspendida de su trabajo durante cinco años de inhabilitación.
Los interrogantes de la «gran orgía»
Horas después de una remodelación en el Gobierno de José Antonio Griñán (PSOE), la tarjeta de crédito de la Faffe -cuya principal vía de financiación eran subvenciones para dar cursos de formación a desempleados andaluces- registró 15 cargos por un importe total de 14.737 euros. «No da tiempo a beber tantas copas en una noche por 14.000 euros», hizo notar el fiscal Anticorrupción, Fernando Soto, en la exposición de su informe final en el juicio. «No ha dicho con quién se gastó los 32.000 y pico euros; con qué alto, medio, bajo cargo [de la Junta] o empresario» acudió a Don Angelo la noche de «la gran orgía», le recriminó. «¿No tenemos derecho a saberlo? Y sin embargo, se lo calla».
La Audiencia también condena a cinco años a la exdirectora económica que dijo «Dios mío, ¿en qué se habrá gastado tanto dinero»
Villén se guardó ese secreto. La «gran orgía» se celebró del 22 al 23 de marzo del año 2010, coincidiendo con una crisis de Gobierno. La exdirectora económica no ocultó su sorpresa en el juicio y afirmó: «Dios mío, ¿en qué se habrá gastado tanto dinero?».
¿Devolvió el dinero gastado en los locales de alterne?
El jurado y la Audiencia creen que no. Villén y su subordinada, «de común acuerdo», idearon un sistema para «simular las devoluciones» mediante el procedimiento del «ingreso fingido» del dinero en metálico a la caja central de la Faffe. Se inventaron dietas o desplazamientos para sacar dinero de la caja que sumaban importes coincidentes con las cuantías aparentemente devueltas.
Para el tribunal, «no existe constancia alguna» de que repusiera el dinero malversado. «Solo devolvió parcialmente los gastos realizados los días 22 y 23 de marzo de 2010», por importe de 8.437 euros, en el club de alterne Don Angelo de Sevilla, precisa. Y hasta se inventó que le habían robado la tarjeta. Por esta razón, la sentencia condena a Villén a indemnizar a la Junta con 24.129 euros y no los 32.566 euros que se gastó en los burdeles, al restar la citada cantidad.
Durante el juicio, el acusado se mostró arrepentido y manifestó que devolvía el dinero en metálico por caja, para «no alarmar a su familia, ya que compartía con su mujer las cuentas bancarias».
¿Solo fue a los locales de alterne a costa de la Junta?
No. La sentencia pone de manifiesto que Villén «era usuario con su propio dinero de los referidos locales de alterne», como reflejan con claridad los extractos de sus cuentas bancarias.
A Villén no le bastaba con cargar a la Junta sus fiestas, también costeó algunas de su propio bolsillo. Tal era su «afición descontrolada por este tipo de establecimientos», destaca. Así, abonó con su propio dinero hasta 10.699 euros, además de los ya citados 32.566 euros.
La sentencia obliga a Villén a reintegrar a la Junta 24.129 euros tras devolver una parte. Su abogado va
Al tribunal le resulta «llamativo» que el 23 de marzo de 2010, el mismo día que se gastó 14.737 euros en Don Angelo, endosara a su cuenta personal 920 euros en el local de alterne Restaurante Bahía, situado en Chiclana de la Frontera (Cádiz). Queda patente «la contumacia y frecuencia con la que el acusado disponía de los fondos públicos para gastos en prostíbulos, de elevadas cantidades en ocasiones, que además simultaneaba con gastos de recursos propios en los citados locales».
Los abogados de Villén y Valls recurrirán la sentencia. Al tribunal le corresponde ahora decidir si ordena su ingreso inmediato en prisión o espera que el fallo sea firme.
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