Más de 24.000 millones de fondos de la UE pasan de largo en Andalucía por culpa del Gobierno

Andalucía no escapa al cuestionado proceder del Gobierno en relación con los fondos Next Generation. Porque una suma estratosférica de esta reserva de la Unión Europea (UE) para que las administraciones y las empresas obtengan ayudas directas y créditos para realizar proyectos en una condiciones muy ventajosas pasa de largo de la región debido a que el modelo de gestión de ese dinero que ha impuesto el Gobierno central no tiene en cuenta el criterio de población y penaliza, por tanto, a la comunidad autónoma, además de que el diseño de esas transferencias suponen una pesada losa para la contabilidad del territorio que las recibe al computar como deuda y déficit.

Un informe interno de la Consejería de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y Diálogo Social estima que a la región le hubieran correspondido 24.700 millones de euros de los 140.000 que las instituciones comunitarias inyectaron en España para superar los efectos de la pandemia, cuando la realidad es que para Andalucía se han consignado 4.190 millones con el límite de ejecución de 2026, y de los que a cierre de septiembre de este año han llegado 3.716. La cantidad que la Junta reclamaba arguyendo el número de habitantes equivale casi a la mitad del presupuesto anual de la comunidad autónoma, que es de 51.597.

El citado documento de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y Diálogo Social, al que ha tenido 'ABC de Sevilla', indica que «si se hubiera utilizado otro modelo de gestión en el que se hubiera dado la posibilidad a las comunidades autónomas de negociar su programa con la Comisión [Europea] y se hubiera seguido un criterio de población», Andalucía tendría derecho a los mencionados 24.700 millones, un 56 por ciento para que los gestionase el Estado (13.800 millones) y un 44 por ciento para la Junta de un modo directo (10.800 millones).

En abril de 2021, cuando el Gobierno estaba diseñando el reparto de los Next Generation, las comunidades les enviaron sus aportaciones sobre cómo debían asignarse los fondos, y entre ellas lo hizo Andalucía, que insistió en que le tocaba el 20 por ciento de los 140.000 millones de euros que estaban en juego. Pero Hacienda hizo caso omiso y a la Junta sólo envió 4.000 millones.

Además, el efecto pernicioso para las cuentas de las comunidades autónomas -el cómputo de los préstamos como deuda y déficit- de los préstamos que oferta la Comisión Europea ha disuadido al Gobierno regional de optar, por ejemplo, a una parte de los 20.000 millones del Fondo de Resiliencia Autonómica (FRA). La misma decisión que Andalucía la ha tomado el resto de las regiones y por los mismos motivos, con la excepción de Madrid y Barcelona.

El enfado del Ejecutivo andaluz es mayúsculo. «El Gobierno vuelve demostrar que, más que Gobierno, es un desgobierno. Con la decisión de renunciar a 60.000 millones en préstamos de Europa reconoce que no es capaz de invertir ni de usar las oportunidades que nos ofrece la Unión Europea para fortalecer el tejido empresarial y, con ello, dinamizar la economía y crear empleo», señalan fuentes oficiales de la Junta.

«Lo que subyace debajo de todo esto es que Pedro Sánchez no ha sido capaz de abordar los cambios a los que Europa le instaba para poder recibir estos fondos europeos y que tampoco es capaz de invertirlos», añaden.

«Sánchez vuelve a perder una oportunidad histórica: tira en saco roto la lluvia de millones que ofrece Europa para dinamizar el tejido productivo y a cambio fríe a impuestos a los españoles», resumen.

La Junta ha movilizado el 78,7 por ciento de la cantidad que sí tiene asignada de los fondos Next Generation, y que suman una cantidad de 3.296,2 millones de euros.

La Consejería de Economía y Hacienda tiene abiertas 180 convocatorias de subvenciones abiertas por 2.141 millones de euros, con un 83% de resoluciones expedidas y el 56% del importe adjudicado) y también 10 contratos de licitaciones por valor de 1.238 millones.

Economía y Hacienda subraya que el refuerzo de los fondos de la UE son necesarios en especial para la mejora de la red del transporte ferroviario y el impulso de la red eléctrica en zonas aisladas o poco pobladas.