El tenso interrogatorio de Chaves en el Supremo

Ante la evasivas de Chaves, el magistrado hace la siguiente reflexión: «Yo me pongo en su lugar y, claro, el pimer día cuando me piden una ayuda, a lo mejor me lo pienso, dos, tres, pero cuando ya lleva usted años con el sistema de ayudas parece que aunque sea por curiosidad uno se pregunta ¿cómo se están dando? Me han pedido de aquí y de allí, etc.... Me han pedido el último mes diez empresas o quince empresarios. ¿Cómo la estamos concediendo? Porque a todo el mundo no se podría dar la ayuda, habría que guardar un orden. ¿Usted nunca se planteó como presidente que dirige una Comunidad en crisis la pregunta anterior: qué sistema de prioridades se está aplicando pra dar las ayudas? ¿ No hay nada reglamentado, no hay ninguna norma , no hay absolutamente nada? Ésa es la pregunta que me haría como presidente. Por eso se la pregunto a usted».

Barreiro acusa al expresidente de «haber utilizado un sistema que no permite el control previo a través de la fiscalización por parte de la Intervención de la Junta de Andalucía» para «poder solventar las objeciones» legales al procedimiento de los ERE . Suscribe así la tesis de Alaya de que hubo un plan en el Gobierno andaluz para dar ayudas al margen de los controles.

El expresidente contestó al juez que «partía de la presunción» de que el procedimiento era legal y que en el Consejo de Gobierno se discutían los gastos totales del presupuesto por capítulos «en un powerpoint» . Por tanto, ignoraba que en el programa 31L se utilizaran las transferencias de financiación para pagar las ayudas sociolaborales.

Chaves aseguró que nunca leyó ni conoció los reparos del interventor porque no podía leerlo todo: «Me hubiera pasado todo el tiempo de mi presidencia de la Junta leyendo papeles». A preguntas del fiscal, que ironizó sobre si el sistema surgió «por generación espontánea» , respondió que «la Junta de Andalucía es algo muy grande», con muchos directores y delegados.