El consejero de la Presidencia de Susana Díaz se benefició del «fondo de reptiles»

La propia Junta declaró nulo el procedimiento de esta subvención después de que el Consejo Consultivo hiciera una revisión de oficio en la que impugnaba el acuerdo, pero cuando esto se produjo, el dinero, otorgado para realizar una feria de muestras en la localidad gaditana, llevaba ya años gastado.

Todo comenzó el 10 de enero de 2003 cuando Manuel Jiménez Barrios, en su calidad de alcalde de Chiclana, envió una carta al delegado de Empleo de la Junta en Cádiz para solicitar una ayuda que le permitiera celebrar la Feria de Muestras y Turismo «Séptimo Centenario». Curiosamente, no solicitó la subvención al delegado del ramo turístico, sino al de Empleo, que entonces era Agustín Barberá, actualmente imputado también por el caso de los ERE. Éste, a su vez, dirigió la petición al viceconsejero de Empleo el 17 de febrero de 2003, que era Antonio Fernández, otro de los grandes imputados en la trama. Fernández, por supuesto, tramitó la ayuda para la feria turística desde Empleo a través de un convenio entre la Dirección General de Trabajo (Guerrero) y el Instituto de Fomento de Andalucía, lugar de destino de todo el dinero del fondo de reptiles para los ERE eludiendo los sistemas de fiscalización de la Junta.

El dinero entró en la cuenta del Ayuntamiento el 28 de noviembre de 2003, varios meses después de que se hubiera celebrado la feria turística de Chiclana. El nuevo consejero de la Presidencia supo, por supuesto, de donde le venía la transferencia, ya que consta en los recibos bancarios que obran en autos. Instuto de Fomento de Andalucía. Él había pedido el dinero a Empleo y tras una cadena compuesta por Barberá, Antonio Fernández y Francisco Javier Guerrrero —los dos últimos han estado ya incluso en prisión—, la ayuda le llegó del IFA por el procedimiento que Mercedes Alaya investiga siendo alcalde de esta localidad el hombre fuerte del gobierno para un «tiempo nuevo» de Susana Díaz.