Andalucía irrumpe en la batalla fiscal por atraer a inversores y al nuevo talento digital
Cataluña, Comunidad Valenciana o Baleares, cuentan con impuestos más altos
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en el pleno del Senado
De un tiempo a esta parte es raro encontrarse con un despacho fiscal especializado en asesorar a impatriados –en su mayoría, fortunas o inversores que aspiran a establecerse en España– que no haya vivido algún episodio con un potencial cliente interesado en venir al ... país que ha terminado instalándose en Portugal.
La aspereza del marco fiscal doméstico para los inversores y emprendedores que pretenden instalarse en España ha terminado empujando a muchos al país vecino, aunque esa competencia también se da a nivel interno y ha acabado desplazando a personas que pretendían ubicarse en Cataluña, Levante o Andalucía hacia la Comunidad de Madrid, según reconocen los asesores consultados especializados en este segmento.
«Queremos favorecer que determinadas rentas fijen su residencia en Andalucía», dijo el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, para justificar su anuncio de suprimir el impuesto de Patrimonio en la región y lo que cuentan los asesores fiscales es que la estrategia es correcta.
Andalucía, además, es una de las comunidades autónomas que puede dar más testimonio de que funciona. Según un informe difundido en 2017 por Fedea sobre los desplazamientos de grandes patrimonios por motivos fiscales, Andalucía fue la región que más contribuyentes perdió por este motivo y la Comunidad de Madrid la que más grandes fortunas andaluzas, aunque también catalanas, acogió.
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El movimiento del Gobierno andaluz aspira a revertir al menos en parte esa fuga de grandes rentas y también a configurar un entorno fiscal que sea lo suficientemente atractivo como para interesar a los nuevos emprendedores digitales y a los teletrabajadores, que no necesitan de una oficina física para desarrollar su trabajo y que buscan un entorno agradable y amigable desde la perspectiva fiscal.
Toma la delantera así a destinos competidores en esa carrera como Cataluña, Comunidad Valenciana o Baleares, con impuestos más altos.