Rajoy pide al Gobierno que «no deje pasar ni una chulería» a Bildu

Sobre Bildu fue claro y contundente, al pedir al Gobierno que «no deje pasar ni una chulería, ni una amenaza, ni una vulneración de la Ley» y que utilice para ello los intrumentos de «los que nos hemos dotado», como son la Ley de Partidos y la última reforma de la Ley Electoral, «que permiten determinar la incompatibilidad sobrevenida de aquellos representante elegidos que incurran en conductas incompatibles con la democracia». El líder de la oposición reclamó que se acuda a estos instrumentos «sin demoras, ni complejos, en cuanto haya causa objetiva para ello, algo que puede ya haber sucedido». Además, pidió al Ejecutivo que «con toda serenidad, pero con toda firmeza permanezca muy vigilante y no contemporice ni pase por los hechos consumados. Para eso hemos modificado la ley, para que los violentos y los que los amparan no se salgan con la suya. Tienen que saber —el Gobierno con sus hechos les debe hacer saber— que los demócratas no les vamos a pasar ni una chulería, ni una amenaza, ni una vulneración de la Ley».

Después de esta referencia a Bildu, Rajoy dedicó gran parte de su intervención a atacar la falta de confianza que genera el presidente Zapatero. «Ha perdido crédito hasta para las excusas», «esas cosas que dice su señoría sobre la política social ya no las toma en serio nadie, y menos que nadie ese millón y medio de parados», «ni tiene la confianza, ni puede recuperarla en cuatro meses», «tiene la desconfianza en estado irreversible». Estas fueron algunas de las frases que le dedicó el presidente del PP a Zapatero, a la vez que afirmaba que esa fltaa de confianza «convierte al señor Zapatero y a su Gobierno, no en un instrumento para la salida de la crisis, sino en un lastre».

Rajoy desgranó las reformas que ha realizado Zapatero y le reprochó que no hayan servido para nada y que lo que ha hecho es «presentar simples retales como si se tratara de grandes conquistas. Es imposible que complete las reformas quien ni siquiera tiene conciencia de que están incompletas. Nada ya, ni el Gobierno, ni en el PSOE puede sembrar esperanzas sólidas porque han dejado el campo plagado de escarmientos».

A la vista de esta situación, Rajoy pidió que «se abran las urnas y que los ciudadanos puedan escoger, no tanto quién les gobierna, sino a quién trasladan esa confianza que el gobierno ha malgastado. Y no lo digo yo solamente.No hay otro camino, señorías». Finalmente, Rajoy se pregunto: «¿Por qué prolonga esta calamidad, esta lenta agonía? España no necesita más experimen