Zapatero y Rajoy acuerdan que el Banco de España «gestione» los 30.000 millones

Además, el Ejecutivo acepta las demandas del PP de crear una comisión que estudiará las reformas económicas estructurales del sector servicios y del sector de transportes y la convocatoria de una reunión del Pacto de Toledo (PSOE, PP, empresarios y sindicatos) para hablar de pensiones. La primera reunión de este foro económico-social será, según adelantó el presidente del Gobierno, «en quince días». Sin embargo, no constituyeron éstas para Rajoy dos grandes novedades, en parte por la escasa confianza que tiene hacia el inquilino de la Moncloa.

Lo mismo con distinto lenguaje

Los dos comparecieron casi a la misma hora en escenarios separados -Zapatero en la sala de ruedas de prensa de La Moncloa y Rajoy en la calle Génova- a explicar lo mismo con lenguajes diferentes. El líder popular justificó tres veces en la «situación excepcional» que vivimos el «sí» que va a dar el próximo lunes en el Pleno del Congreso a la convalidación de los dos decretos ley con las medidas de rescate financiero. Una forma de marcar distancia porque, en el fondo, según fuentes del PP consultadas por ABC, no acaba de fiarse de quien le ha defraudado en las nueve ocasiones anteriores en las que se ha reunido con él.

Zapatero, fiel a su estilo desenvuelto, calificó el encuentro de «útil y positivo», que le transmite sensaciones de «entendimiento bastante amplio». Incluso, se permitió revelar que «nos hemos comprendido recíprocamente» cuando se le preguntó: ¿Cómo es posible que quienes han estado dos semanas tirándose los trastos a la cabeza escenifiquen acuerdos? El líder socialista dio a entender entonces que había informado al detalle a Rajoy telefónicamente en dos ocasiones de las medidas que preparaba, primero su Ejecutivo en solitario y, desde el domingo pasado, todos los países de la Eurozona, y que él entiende que el PP se quejara de no haber sido consultado «porque está en la oposición». El presidente del PP le debió transmitir, según su versión, que entiende que quien tiene que resolver una crisis a quince en la UE «no puede volver a Madrid y sentarse a consultar con la oposición» cada detalle. «Esto funciona así», dijo un sonriente jefe del Ejecutivo, que horas antes había llamado «hipócrita» al PP en un duro cruce de palabras con el portavoz del Grupo Popular en el Senado, Pío García Escudero. Rajoy quiso puntualizar en su comparecencia que el Ejecutivo ha tomado todas las decisiones de «manera unilateral».

Respecto a por qué el Gobierno acepta ahora que sea el Banco de España y no una comisión del Ministerio de Economía, como había anunciado Pedro Solbes, el que gestione las compras, Rodríguez Zapatero explicó que «por su acreditada reputación» va a tener un papel «determinante» en la gestión del fondo de compra de activos financieros, que se deberá especificar con una normativa. El ICO, explicó, no tiene «personal» suficiente para hacer frente a una tarea que, además no es la suya, insistió.

No comisión «ad hoc»

Zapatero aseguró haber ofrecido a Rajoy «todos los mecanismos» de control parlamentario, pero no una comisión «ad hoc» para controlar los 30.000 millones, porque «no tiene sentido» quitarle tarea a la Comisión de Economía del Congreso. Lo que va a haber, garantizó el presidente del Gobierno, es la «la máxima transparencia, el máximo rigor y el máximo control» en el desarrollo de los dos decretos-leyes financieros aprobados -cuyo texto deberá ser modificado para incluir que será el Banco de España, y no Economía, quien gestione los fondos-, «especialmente» en el referido a los 30.000 millones de euros para comprar activos financieros a los bancos.

En lo que respecta al otro gran tema de la reunión, la renovación del Tribunal Constitucional por parte del Senado, Zapatero estuvo hermético y sólo añadió que «nos hemos dado unos días para seguir hablando». «No era el tema y no hay ninguna novedad al respecto», llegó a decir cuando se le preguntó si el PP va a retirar las candidaturas de Francisco José Hernando y Enrique López. Rajoy, por su parte, tampoco fue más elocuente en este capítulo, al que apenas dedicaron unos comentarios. En el PP entienden que sobre esta cuestión está todo dicho y que ahora toca votar las propuestas de los Parlamentos autonómicos. Ya el pasado 23 de julio se aceptó que no habría vetos sobre nombres, y el PP exige que se cumpla el compromiso.