Zapatero: «El PP ha pensado que podía borrarnos del mapa»

Ha sido la única alusión que ha hecho al proceso lleno de incógnitas que se abre ahora en su partido desde que anunciara el pasado día 2 que no volverá a ser candidato a las elecciones generales de 2012. Para que no le den por amortizado, haciendo bueno el aviso que lanzó en su partido de que seguirá ejerciendo de presidente del Gobierno y de secretario general del PSOE, ha arremetido con dureza contra el primer partido de la oposición , al que ha acusado de no haber estado a a la altura de las circunstancias ante la crisis económica «porque prefirió que el Gobierno cayera a echar una mano».

«A pesar de que España les necesitaba, no acudieron a la cita porque pensaron que así podían borrarnos del mapa» , ha agregado un Zapatero en plena forma que ha reivindicado su actuación del último año. Tan eufórico está que no ha dudado en anunciar, otra vez, que el Gobierno «está consiguiendo que España salga de la crisis económica» y que, además, no existe ningún riesgo de rescate siguiendo la estela de Grecia, Irlanda y Portugal.

Dispuesto a agotar la legislatura, considera que si bien las elecciones del 22-M son importantes lo es más «la tarea que tenemos por delante . Lo decisivo es el compromiso del Gobierno de llevar adelante las reformas necesarias y seguir pidiendo comprensión» ante los momentos de dificultad. En este sentido, ha pedido al público que llenaba el polideportivo Virgen del Val de Alcalá de Henares, que se olvide de las encuestas para echar mano a continuación de una cita del alcalaíno Azaña: «España es un pais de sorpresas y de reacciones inesperadas».

Ha sido el primer mitin madrileño de Zapatero desde 2009 y, por supuesto, el primero que ha compartido con Tomás Gómez desde que ganara unas primarias en las que el presidente del Gobierno apostó por Trinidad Jiménez. Quizá por ello Gómez ha arrancado su discurso diciendo que «teníamos unas enormes ganas de estar contigo presidente en un acto aquí, en Madrid, en tu casa» para pasar a hacer una loa de la «democracia real», la misma en la que Zapatero «ha profundizado» en alusión al proceso que se abre a partir de ahora para elegir al próximo aspirante a la presidencia del Gobierno. Una cosa ha aprendido Zapatero de aquella experiencia madrileña: no volver a apostar por ningún candidato de primarias.