Zapatero conversa con el Rey «más tiempo que en un despacho oficial»

Zapatero reveló que el Monarca iba a levantarse por primera vez, después de su visita, y que su entrevista de casi una hora se había prolongado más tiempo que el que normalmente tiene un despacho oficial. El presidente del Gobierno comentó que Don Juan Carlos «está muy bien; está fenomenal», y prueba de ello es que le preguntó por diversos asuntos de Estado y de interés general, como la reunión del Eurogrupo, la situación de los mercados financieros internacionales y la visita que el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha girado a nuestro país.

Todos los españoles

El jefe del Gobierno, que canceló su presencia en la Fiesta de la Rosa del PSOE-EE en Baracaldo (Vizcaya) para visitar a Don Juan Carlos en el hospital, subrayó que la operación «pone en valor lo que representa la sanidad pública española». Zapatero atendió a los medios de comunicación al término de su visita al Rey, que se recupera en la recientemente remodelada séptima planta del Hospital Clínic de Barcelona. El presidente mostró su satisfacción y la de todos los españoles por la evolución del Jefe de Estado y agradeció el trabajo del equipo médico por su «amabilidad y entrega».

Los presidentes del Gobierno y de la Generalitat han sido las primeras autoridades que han visitado al Rey. No obstante , son muchas las personas y los representantes de instituciones que han llamado a la Casa del Rey para interesarse por Don Juan Carlos y manifestar sus deseos de ir a visitarle, aunque todos son conscientes de que lo primero es respetar el descanso del paciente y las indicaciones del equipo facultativo. Con el fin de atender estas peticiones de forma ordenada y sin interferir en la recuperación de Don Juan Carlos, el Palacio de La Zarzuela ha creado una «lista de espera». Para hoy está previsto que acuda a ver al Rey el alcalde Barcelona, Jordi Hereu, y la consejera de Sanidad catalana, Marina Geli.

Hoy será también el primer día laboral en el Clínic con el Rey ingresado como paciente. Si ya ayer, domingo, el centro sanitario se convirtió en un «hervidero», entre curiosos, periodistas y visitantes; hoy se prevé una afluencia de gente aún mayor, pues el hospital recuperará la actividad habitual de cualquier lunes.

El primer día laboral

El deseo de interferir en la menor medida posible en el funcionamiento normal del centro público fue lo que llevó a programar la operación en sábado, pues resulta fácil de imaginar el revuelo inevitable que ocasiona el hecho de tener al Rey ingresado. No obstante, también se tuvieron en cuenta las repercusiones que la incertidumbre sobre la salud del Rey podrían haber tenido en la delicada situación de la economía. Es fácil sospechar qué hubiera ocurrido si la intervención quirúrgica se hubiera realizado en un día laboral, sobre todo si el resultado no hubiera sido tan bueno como el obtenido, especialmente en unos momentos en los que los mercados financieros muestran una sensibilidad muy especial ante cualquier noticia poco favorable.

Desde la Casa del Rey, siempre se procuró evitar que se filtrara la noticia de que el Monarca tenía que ser intervenido. Durante los once días que transcurrieron desde que se tomó la decisión de operar hasta que tuvo lugar la intervención quirúrgica se adoptaron varias medidas para evitar la divulgación de la noticia, que la noche del viernes ya había llegado a las redacciones de algunos medios de comunicación.

El principal objetivo era evitar someter a la población a una situación de incógnita respecto a la salud del Rey durante más tiempo del estrictamente necesario. Al final, la incertidumbre se redujo a menos de cinco horas: desde que se anunció la operación hasta que comparecieron los médicos.