Touriño, acorralado, se niega a explicar los detalles de las reformas millonarias
Estima que las obras «no son un escándalo» pero rehúye aclarar si conocía su coste, su realización o si paralizará la adquisición del lujoso mobiliario
Sin perder la sonrisa en ningún momento, y hasta en tres ocasiones, Emilio Pérez Touriño respondió con un escueto «siguiente pregunta» a las cuestiones planteadas por los medios de comunicación tras desvelar ABC durante esta semana los gastos millonarios en la reforma de ... tres salas de reuniones en la sede oficial de la Xunta de Galicia.
El titular del Ejecutivo autonómico eludió una vez más dar las debidas explicaciones acerca de si conocía dichas obras, si sabía que su coste ascendía a cuatro millones de euros o si paralizaría la adquisición del mobiliario revelado por este periódico, como las 19 sillas «modelo Oxford» de 2.269 euros la unidad, el ventanal «inteligente» de 170.212 euros o el pavimento acristalado de 406 euros el metro cuadrado.
Cuatro días después de que se destapase este nuevo escándalo en la gestión de los fondos públicos en la administración gallega -el tercero de la legislatura tras la adquisición de su cuarto coche blindado por 480.000 euros o la reforma de su despacho y el área de Presidencia por 2,2 millones de euros- Touriño no aportó un sólo detalle nuevo, y se limitó a culpar al PP de estar detrás de una campaña de desprestigio contra su gobierno, ya que en su opinión estas obras «no son un escándalo».
Después de que ABC informara ayer que la Xunta ha recurrido a la tramitación «secreta por motivos de seguridad» del contrato de estas obras para ocultar la documentación relativa a las mismas, Touriño intentó esquivar este hecho comparando este procedimiento con el que se llevó a cabo, años atrás, en la construcción de la actual residencia oficial de Monte Pío, realizada en tiempos de Fraga y que tuvo un coste de 30 millones de euros.
Entonces, recordó, hubo «un posicionamiento distinto por parte de la oposición -el PSOE- y de su medio de comunicación», en referencia a ABC, a quien además le agradeció «que divulgue el coste de las obras, desde el punto del servicio informativo, que siempre es importante en democracia».
Tras recordar que la Ley de Contratos del Estado ampara las actuaciones de la Xunta, Pérez Touriño retó al periodista de ABC a que afirmase «que es legal» el procedimiento de contratación empleado para las millonarias reformas -acusación en contrario nunca formulada por este periódico-, pero repreguntado acerca de qué motivos de seguridad le llevaron a decretarla «secreta» zanjó la cuestión con un seco «no voy a seguir».
«Transparencia y austeridad»
Siguiendo el estricto guión marcado por sus asesores, Emilio Pérez Touriño insistió en que «la Xunta de Galicia actúa con absoluta transparencia , cumpliendo la ley y la norma». Empleando un nuevo tecnicismo, el mandatario gallego aseguró que «no es un escándalo» la «reformulación de la sala de prensa oficial, del Consejo y de las únicas salas que dispone la administración autonómica en San Caetano». «Ni es un escándalo ni lo van a conseguir», apostilló.
Como viene haciendo su gobierno desde el primer día, Pérez Touriño no negó en ningún momento la cuantía de las millonarias reformas en la Xunta, sino que se limitó a arremeter contra el PP por «querer hacer un barrizal» con este tema. «No voy a responder», aseveró Touriño, «no le voy a hacer la campaña al Partid Popular».
En el camino, no obstante, el titular de la Xunta volvió a chocar con la verdad, al ser preguntado por sus afirmaciones del miércoles en Madrid, en las que aseguraba que el Parlamento tiene acceso a toda la documentación relativa a estas obras, cuando no es así.
Touriño se enrocó en esta versión, pese a que se le recordó que su Gobierno se ha negado a enviar información alguna de estas obras o de las acometidas en su despacho y dependencias anexas, y que costaron al erario público 2,2 millones de euros, también denunciadas por ABC en octubre.
El presidente gallego argumentó que se remitirán al Parlamento cuando éste lo requiera a través de los canales establecidos, si bien en el actual periodo preelectoral la Cámara está disuelta y la mayoría de PSOE y BNG en la Diputación Permanente impide que salgan adelante las peticiones de comparecencias del PP.
Precisamente, el portavoz parlamentario de los populares gallegos, Manuel Ruiz Rivas, subrayó la opacidad de la Xunta bipartita, y lamentó el «gusto por el lujo» del «nuevo rico» Touriño, que «tiene el colofón en su intento por codearse con estrellas de Hollywood, cuando no pasa de ser un actor secundario de la política gallega», criticó.
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