«Era solitario y tranquilo»
A. NEGRE
MORATALLA. «Cuando me llegue la hora me pego un tiro. Estoy preparado». Ésta fue una de las últimas advertencias que Pedro N. S., presunto asesino de la médico de familia María Eugenia Martínez, hizo hace unos días a uno de sus vecinos, Calixto ... Jesús García. Una advertencia que tenía poco que ver con el carácter tranquilo, introvertido y solitario que ayer coincidieron en señalar la mayor parte de sus conocidos.
«Nunca me hubiera esperado esto de él», explicaba ayer Jesús Navarro, ex jefe de la Policía Local y propietario del Bar El Horno donde habitualmente desayunaba Pedro. «Jamás le he visto tener con nadie una palabra más alta que la otra». Su opinión era compartida por el resto de vecinos que retrataron a este taxista jubilado como «un solitario».
Antonio García solía coincidir con el presunto agresor casi diariamente a la hora de café y ambos intercambiaban charla e invitaciones. «Él es una gran persona, un amigo muy servicial», explicaba ayer entristecido. «Me he quedado helado», reconoció.
Pedro N.S. era natural de Moratalla pero desempeñó la mayor parte de su profesión como taxista en Barcelona. Hace unos cinco años regresó al municipio que le vio nacer y se instaló en una vivienda en la Calle Peligros, donde residía solo. Al parecer, no tiene ningún familiar directo en el municipio.
El anciano también es, pese a llevar poco más de un lustro viviendo en el municipio, sobradamente conocido por los propios médicos del centro. «Se le veía una persona introvertida, no muy habladora pero tampoco agresiva», relataba Juan José Martínez, visitador médico del mismo; «No te puedes imaginar que vaya a hacer algo así».
Juan José acudió, junto con los compañeros y amigos de la fallecida, a una concentración silenciosa que se celebró en el mediodía de ayer a las puertas del centro de salud en recuerdo de María Eugenia. «Era una persona joven, encantadora», lamentaba una de sus pacientes, «siempre se ha portado muy bien».
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