Los 'soldados' españoles del cartel de los Balcanes
Un exfutbolista de Valencia, un expolicía local y otro en activo catalanes y el dueño de una empresa para echar okupas trabajaban a las órdenes del 'holding' criminal de los Balcanes que movía diez toneladas de cocaína al año
En las estructuras criminales hay clases, como en la vida. El montenegrino Nebujosa Prelevic está en la cúspide de una de esas grandes organizaciones: el cartel de los Balcanes. Cuando el mando del operativo policial le colocó las esposas en la casa de ... Tarragona que había alquilado el narco durante un año, Prelevic lo miró y le dijo: «Jefe, lo siento». Acababa de tirar dos móviles al patio interior. El jefe, que no es precisamente bajito, se tuvo que subir a una silla para colocarse a su altura. El responsable en España de uno de los carteles de la droga más poderosos del mundo conoce las reglas del juego y sabía que había perdido.
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Su organización ha movido más de diez toneladas de cocaína en un año, según el cálculo de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional. Ellos y sus colegas de varios países les han arrebatado 4.010 kilos.
'Holding' empresariales
La operación Musala -bautizada en honor a la cumbre más alta de la península de los Balcanes- ha destapado cómo funcionan las alianzas criminales , cada vez más 'holding' empresariales, y cómo la droga 'menor' (la marihuana) sirve para financiar los cargamentos de cocaína. Comprar y vender diez toneladas requiere un músculo económico al alcance de pocas empresas legales o ilegales. En esa alianza capitaneada por serbios, croatas y montenegrinos destacaba la aportación del clan Kavac, que actúa en Europa del Este y se dedica a cualquier delito rentable: desde el narcotráfico, a los asesinatos, pasando por la venta de armas. El clan tenía un representante en España: Slavan Petrovic.
Él y Prelevic encabezaban sus respectivas organizaciones en nuestro país -en Gerona y Tarragona- y se rodeaban de una comparsa variopinta de 'soldados' entre los que hay un exfutbolista valenciano, un expolicía local de Llagostera reconvertido junto a su mujer en narco, otro agente en activo de Sabadell o el dueño de una empresa de 'desokupas'. Sus tentáculos se extendían a Málaga, Madrid y Valencia. La Policía ha detenido a trece personas en España y hay otras 48 arrestadas en media Europa porque Europol llegó a crear un equipo especial para atacarlos con agentes de Alemania, Colombia, Croacia, Eslovenia y Serbia.
La primera pista es de 2018 cuando los GEO abordaron un velero con 1,4 toneladas de cocaína. Los tripulantes eran dos croatas y un estadounidense. Las sospechas se centraron en el cartel de los Balcanes, pero no se le pudo relacionar con ese cargamento. La Brigada Central de Estupefaciente siguió investigando y en 2019 detectó a Prelevic, el montenegrino, establecido en Málaga aunque con viajes frecuentes y citas en Barcelona, Madrid, Serbia, Hungría y Eslovenia. Averiguaron, así, que se preparaba otro envío de cocaína.
El error
Los capos no tocaban la droga y solo se dedicaban a negociar. A mediados del año pasado, Prelevic y otros miembros del grupo viajaron a Suramérica. Iban a trasvasar 1.350 kilos de estupefaciente desde las costas colombianas a un barco, que fue interceptado por agentes estadounidenses. La pérdida les supuso un fuerte varapalo pero la maquinaria siguió funcionando sin interrupción y fraguaron otro cargamento. Salió desde Brasil y se dirigía a Tarragona. Allí Prelevic había alquilado un piso; se movía sin parar y contactaban con españoles y con el representante del clan Kavac, el citado Petrovic.
Este último supervisaba los cultivos de marihuana, a cargo entre otros del matrimonio español, y movía droga y dinero. Todos se habían activado. La cocaína estaba a punto de llegar a su destino tras varias complicaciones. En marzo ya se encontraba en una nave a las afueras de Tarragona: 1.250 kilos, que fueron intervenidos mientras alrededor de trescientos policías se desplegaban y detenían a los implicados en esa provincia, en Barcelona, Gerona y Valencia.
Seis millones en tres meses
En la provincia de Valencia vivía una pieza esencial para la organización: Roberto José C., un exportero de fútbol, que les proporcionaba comunicaciones seguras (se le intervinieron más de veinte teléfonos encriptados en su casa) y era además el tesorero. Lo vieron entregar dinero durante las vigilancias y localizaron en su vivienda la prueba: los 'token', quince billetes de cinco euros con anotaciones sobre pagos y fechas. Entregó seis millones de euros del cartel en tres meses, a razón de 500.000 euros cada vez. Guardaba además un kilo de cocaína. No están todos detenidos, pero Musala sigue. Prelevic había logrado un NIE en España y Petrovic usaba un DNI falso. Gracias a los todopoderosos tentáculos del crimen.
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