Sin novedades sobre los secuestrados españoles mientras los mauritanos claman contra la violencia
Cuando se cumplen cinco días del secuestro de los cooperantes catalanes en Mauritania sin que haya novedades sobre su paradero, mauritanos de todos los estamentos comienzan a alzar sus voces para recordar que su país aborrece y rechaza la violencia.
Fuentes gubernamentales mauritanas señalaron a ... Efe que las fuerzas de seguridad de ese país mantienen el estado de "movilización total" en la búsqueda de Albert Vilalta, Alicia Gámez y Roque Pascual, secuestrados el pasado domingo a 150 kilómetros de Nuakchot por un grupo de hombres armados.
Un portavoz del Ministerio español de Exteriores desplazado a Nuakchot hoy para reforzar las labores de la embajada insistió que hasta el momento no se dispone de nueva información sobre el secuestro y recordó el llamamiento del ministro Miguel Ángel Moratinos para mantener la máxima discreción. Mientras esto sucede, la sociedad mauritana muestra sin fisuras su repulsa contra una acción que, a su juicio, no refleja la naturaleza pacífica de sus habitantes.
Uno de los sectores más perjudicados en el país por la creciente amenaza terrorista es el turismo, como reconoce Jalid Ibrahima N'Dongo, del touroperador Pro Service Tour. N'Dongo explicó que su compañía mantiene las 150 reservas confirmadas para la temporada invernal, a partir de la Navidad. Sin embargo, ésta continúa siendo una cifra muy por debajo del número de visitantes que recibían antes de que, en 2007, Al Qaeda en el Magreb Islánico cometiese su primer atentado sobre suelo mauritano.
La situación se complica aún más por el hecho de que los principales atractivos turísticos del país, las ciudades de Chingueti y Atar, se encuentran situadas en la zona oriental de Mauritania, considerada como la más peligrosa del país. N'Dongo aconseja a todos los visitantes del país que se muevan en caravana, con los vehículos muy cerca entre ellos y que no se circules después de las 17.00, cuando oscurece.
También los partidos políticos se han unido estos días al malestar de los ciudadanos, con diferentes comunicados en los que expresaban su rechazo a este "acto de cobardía". "El pueblo mauritano es tradicionalmente hospitalario y pacífico, además de muy religioso. Quienes cometen este tipo de actos no merecen ser llamados musulmanes, pues el islam deja muy claro que eso es pecado", apuntó Sidi Uld Mohamed, un comerciante de la capital, quien recuerda que, desde tiempos inmemoriales, los mauritanos han practicado una forma del islam muy tolerante y poco dogmática.
En una peluquería de la capital, Leila Song no pudo evitar emoionarse al pensar en las familias de los secuestrados antes de exclamar: "¡Quienes hayan hecho eso lo pagarán, eso es seguro!" También los dos integrantes de la Caravana Solidaria que se han quedado en Nuakchot para cooperar en la búsqueda de sus compañeros han podido sentir de cerca el apoyo de los mauritanos.
A partir de esta noche, el director de Cooperación del Ayuntamiento de Barcelona, Ramon Sanahuja, y una asesora municipal acompañarán a los dos cooperantes, que tienen previsto mantener tres reuniones diarias en la Embajada española con los representantes gubernamentales.
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