Sánchez propone una reforma constitucional para que gobierne la lista más votada si se bloquea la investidura

Sánchez ha hecho referencia a los ayuntamientos, en los cuales si no hay acuerdo para investir a un alcalde, gobierna la lista más votada. Si bien ha afirmado que no necesariamente debiera ser ésta «la fórmula para la gobernabilidad de España», Sánchez ve «evidente» que es necesario contar con un mecanismo que «impida coaliciones negativas que puedan abocar a la repetición sistemática electoral».

Se trata de un planteamiento de reforma estructural que a la Cámara en el discurso de investidura, dentro de dos semanas. Sánchez ha señalado que si logra formar gobierno este será el primer acuerdo de país que pondrá encima de la mesa, la reforma del artículo 99 de la Constitución para que «esta sea la última vez que ocurra en todo proceso de investidura futura».

Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, ha sido el primer líder político en rechazar esta propuesta, ya que la reforma « va contra el espíritu de la Constitución», y cree que el sistema español , que obliga a los partidos «a ponerse de acuerdo» es preferible a uno donde «el que gana se lo lleva todo».

El artículo 99, título IV, de la Constitución Española es el que regula el procedimiento para nombrar presidente del Gobierno. Este indica que, en primer lugar, será el Rey quien, tras la renovación del Congreso de los Diputados, llevará a cabo una ronda de consultas con los representantes de los partidos políticos y, a través del presidente del Congreso, propondrá un candidato a la presidencia del Gobierno.

Una vez propuesto el candidato, éste tendrá que exponer su programa político y pedir la confianza de la Cámara, es decir, someterse a una sesión de investidura . En caso de que la cámara le otorgue su confianza, mediante mayoría absoluta, el Rey le nombrará presidente. En caso contrario, como sucederá el día 23 si Sánchez no consigue los apoyos necesarios , el candidato se someterá a otra sesión de investidura 48 horas después siendo necesaria una mayoría simple.

Si el candidato no saliese como presidente de ninguna de estas dos sesiones, será necesario llevar a cabo nuevas sesiones de investidura mediante el procedimiento anteriormente explicado. Después de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, si ningún candidato fue capaz de obtener la confianza del Congreso, el Rey tendrá que disolver la Cámara Alta (Senado) y la Baja (Congreso de los Diputados) y convocar nuevas elecciones .

Para reformar este artículo es necesario hacerlo mediante el procedimiento ordinario de reforma de la Constitución , un proceso muy restrictivo —aunque no tanto como el extraordinario— que requerirá a Sánchez llegar a acuerdos con las principales fuerzas políticas. El procedimiento de reforma se inicia como cualquier otro procedimiento legislativo, tal como regula el artículo 87.

El reglamento del Congreso concreta que, a diferencia de un proceso legislativo cualquiera, en caso de una reforma constitucional es necesario que ésta sean suscritas por al menos dos grupos parlamentarios o una quinta parte de los diputados. Una vez llevada a cabo la iniciativa de reforma, ésta tendrá que ser aprobada, según recoge el artículo 167, por una mayoría de tres quintos tanto en el Congreso —210 diputados— como en el Senado —160 senadores—.

Para conseguir estas mayorías Sánchez tendría que llegar a un acuerdo con al menos dos de las principales fuerzas políticas en el Congreso, ya que los 123 diputados socialistas están muy lejos de ser una mayoría suficiente para llevar a cabo la reforma. Sánchez lo tendría más fácil en el Senado, donde cuenta con 137 senadores.