Sánchez, aislado y presionado desde todos los flancos

Sánchez, empecinado en su posición de que siga todo como está, cada vez está más aislado entre los que le piden la abstención para facilitar un Gobierno en minoría de Rajoy y los que le animan a tratar de liderar la formación de uno progresista y de izquierdas.

En su propio partido, tal y como desvelaba este martes ABC, son muchos los críticos que le imploran evitar a toda costa unas terceras elecciones. Susana Díaz (Andalucía), Javier Lambán (Aragón), Javier Fernández (Asturias), Guillermo Fernández Vara (Extremadura) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) son los principales presidentes autonómicos que se han pronunciado en este sentido.

Sánchez, por su parte, obcecado en no facilitar la investidura de Rajoy ni con la abstención, coqueteó por primera vez con la idea de ir a terceras elecciones afirmando que «no es seguro» que le fuese mal a los suyos en otra convocatoria electoral . Algo que horroriza a muchos tras encadenar el PSOE los tres peores resultados de su historia desde el 20-N de 2011 —las dos últimas veces, con Sánchez como Secretario General—.

Susana Díaz ha sido tajante al declarar que «ir a terceras elecciones sería una catástrofe» . Pensamiento que comparten Vara, quien considera que la repetición de elecciones «es lo único descartable» , y Fernández, que alude a no construir «una ratonera» que condene al país a un nuevo paso por las urnas.

Felipe González, expresidente del Gobierno, fue el primer socialista en proponer una abstención por parte del que fuera su partido en una entrevista en la revista Jot Down. «No estoy seguro de que el PSOE tenga claro lo que quiere» , contestó al ser preguntado por la estrategia marcada por Sánchez. Además, pidió que no se obstaculizase la formación de un Gobierno del PP en minoría e instó a los suyos a «ocupar su sitio en una oposición responsable».

Ciudadanos, tras el encuentro entre Rivera y Rajoy, ha dejado entrever que facilitará el Gobierno del PP con su abstención y que se irá a la oposición. Albert Rivera sentenció en una rueda de prensa posterior que «todos tenemos algo que ceder» y que estaría bien que «asumiéramos que nadie va a ganar».

Rivera mantuvo que su grupo parlamentario no apoyaría ni entraría en el Gobierno —aunque sin personificar en la figura de Rajoy, habló de «ausencia de renovación»— y aplazó la decisión final sobre la posible abstención de su partido a este miércoles. «La única posibilidad matemática para terminar con el bloqueo es algún tipo de gesto por parte del PSOE» , opinaba José Manuel Villegas, número dos de Ciudadanos, en el programa Hoy por Hoy. Inés Arrimadas también ha tratado de desplazar la presión a los socialistas afirmando que son ellos quienes tienen que determinar si «todo sigue igual».

Desde el Partido Popular, llevan días apelando a la responsabilidad del Partido Socialista y a la formación de un Gobierno en un país que no puede permitirse convocar elecciones de manera indefinida . Javier Maroto, vicesecratario de los populares en el País Vasco, argumentó que « no cabe en el mismo cesto decir no al PP y decir que no habrá elecciones ».

Aunque con otras intenciones, Podemos e Izquierda Unida también han intentado influir en los pasos del PSOE y han animado a Sánchez a capitanear la composición de un Gobierno de izquierdas .

Pablo Iglesias, la semana pasada tras una entrevista en el diario.es, manifestó que el PSOE tendría que «ponerse de acuerdo con nosotros o con el PP» y deseó «que el PSOE fuera más proactivo y viera los mismos números que nosotros » para emprender las negociaciones necesarias para formar un Gobierno en el que no estuviese Rajoy.

Irene Montero , jefa del gabinete de Iglesias, va más allá y ve en la falta de inciativa socialista un «consenso para que gobierne el PP» .

El último en manifestarse contra la ausencia de emprendimiento de Sánchez ha sido Alberto Garzón, dirigente de Izquierda Unida. Según él, «el PSOE quiere que gobierne el PP pero sin asumir el coste de ser el que se abstiene» , algo que no dudó en calificar como una «incoherencia y/o cobardía» para finalizar alentando a Sánchez a intentar la investidura.

El rechazo del PSOE a esta propuesta no hace sino evidenciar el escepticismo existente en torno a las posibilidades de Sánchez de encabezar un Gobierno progresista . El PSOE y Unidos Podemos necesitarían los apoyos de ERC y de Partit Demòcrata Català y la abstención del PNV para lograr una mayoría simple. Posibilidad que no ve factible el Partido Socialista.