La presión del PP permitirá hoy a Sánchez unir al PSOE en un «no» inicial a Rajoy

Creen que el líder popular «se equivoca » esperando que los socialistas le arreglen la gobernabilidad y en eso van a poner el acento, para no hacer el juego al PP. Los más próximos al secretario general, Miquel Iceta (PSC), Francina Armengol (Baleares), Luis Tudanca (Castilla y León), Sara Hernández (Madrid) e Idoia Mendía (País Vasco) lo dirán remarcando que ese «no» debe ser denifitivo.

Mientras, los que detentan más poder, los presidentes autonómicos Susana Díaz (Andalucía), Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Javier Lambán (Aragón), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha); y Ximo Puig (Comunidad Valenciana), harán más hincapié en que lo importante es evitar las terceras elecciones . Y, si para eso el PSOE tiene que abstenerse in extremis, deberá hacerlo por responsabilidad de Estado.

Aún así, todos ellos van a poner hoy por encima de sus diferencias la idea de que Rajoy yerra con una actitud «diletante» de esperar a que los demás partidos se cuezan en su salsa, porque solo dispone de 137 diputados y puede encontrarse con un gobierno de solo esos apoyos.

A lo largo del día de ayer, nueve barones pasaron por Ferraz, y unánimemente destacaron que es inadmisible que todavía o haya ya un acuerdo PP-Ciudadanos, y eventualmente con Coalición Canaria y el PNV (175 diputados).

Si Rajoy hubiese logrado ya ese pacto y se lo presentara como tal al PSOE para reclamar su abstención en aras de la gobernabilidad, admitió García-Page, el «no» del Comité Federal hoy sería más fácil de aprobar . Pero es que, además, recalcó el presidente castellano-manchego, Rajoy todavía no ha confirmado que vaya a ir a la investidura aunque se lo ofrezca el Rey.

¿Y si hace vuelve a hacer un «sinpa» (sin pagar) ?, se pregunta Iceta (PSC). Precisamente eso está en el origen del último terremoto en el seno del PSOE, a propósito de la posibilidad de que Pedro Sánchez vuelva a intentar la investidura si Rajoy renuncia o fracasa.

Ayer, los barones volvieron a enzarzarse con el asunto. La sombra de la «fractura» del PSOE , de la que habló ayer por vez primera el presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, en la noche del jueves parece alejarse, pero eso no impidió momentos de tensión en la jornada previa al Comité federal.

«Me gustaría que los españoles vieran en el PSOE un partido serio que no hace teatro ni filibusterismo» con una investidura imposible , avisó Page, que pide también a Pedro Sánchez «no esconderse» detrás de una consulta a los militantes sobre esa abstención.

A primera hora de la mañana, el portavoz del Comité Electoral, Óscar López , descartaba esa investidura de Sánchez por imposible en términos de aritmética parlamentaria - Albert Rivera ya ha dicho que no apoyará una operación con Podemos-; y el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando , se expresó en similares términos.

La confusión volvió cuando el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca , salió de la reunión con Sánchez en Ferraz insistiendo en que el líder socialista tiene la obligación de ser candidato, si suma, y «mantener la palabra dada a los españoles» de desalojar al PP.

«Será que la tramontana también sopla en Burgos, pero yo creo que si Rajoy vuelve a fracasar, Pedro tiene el derecho y el deber de intentarlo por el bien de los españoles» , replicó Tudanca al presidente de Aragón, Javier Lambán . Y es que Lamban había dicho el día anterior que la propuesta de que Sánchez vuelva a intentar la investidura, hecha por la presidenta de Baleares, Francina Armengol, es «un producto de la tramontana que altera las mentes».

El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara , dejó claro que él no es partidario de «ponerse de lado» si la gobernabilidad del país requiere la abstención; si bien, aclaró, que hablar ahora de eso es hacerlo «del sexo de los ángeles» porque estamos en una fase muy incipiente de la formación de gobierno.

Y Susana Díaz , al igual que el presidente asturiano, Javier Fernández . rehusó hacer declaraciones a la entrada y a la salida porque ella venía a escuchar «la hoja de ruta» del secretario general.

Solo estuvo 20 minutos a solas con el líder socialista y a la salida insistió en que quien tiene que hablar es él. Ambos presidentes autonómicos han criticado mucho el silencio de Sánchez en estas dos semanas y han echado en falta «liderazgo» para hacer frente a las presiones del PP por la abstención.

Por su parte, fuentes de la Dirección Federal explicaron que Pedro Sánchez romperá mañana su silencio de dos semanas con un discurso ante los 250 miembros del Comité Federal en el que criticará duramente la «parálisis» del líder del PP, que vive en un «estado natural de letargo».

Sánchez comunicará, «de forma clara y sin ambages» , la posición del grupo parlamentario socialista en la investidura de Rajoy, que es de un rotundo «no», decidido de forma «colegiada» por todos los barones socialistas que a lo largo de esta semana se han reunido con él. Una forma de contrarestar la operación de los críticos para que sea él quien asuma todo el protagonismo en esta dificil coyuntura porque, como decía ayer en privado un barón, «quien tenga que asumir la abstención, está `muerto´ en el PSOE».

Eso explica en gran medida lo que ha pasado en ese partido desde la noche del 26-J. Sánchez ha sobrevivido gracias a que no hubo «sorpasso» de Unidos Podemos pero muchos de losmiembros del Comité Federal del PSOE aseguran que hoy van a hablar para poner de relieve que el partido tiene que ser «reconstruido» de arriba a abajo porque desde 2011 se ha hundido electoralmente, pasando de 169 a solo 85 diputados. El PSOE, un partido hegemónico en otros momentos de la democracia, ha perdido cinco millones de votos en cinco años y muchos quieren pasarle factura a Sánchez. Según las fuentes consutadas, él hoy hará «autocrítica», pero enmarcándola en que la nueva bajada del PSOE se debe a la «pinza» contra él que realizaron en campaña electoral el PP y Unidos Podemos.