Unas dos mil personas se manifiestan pacíficamente pero no logran rodear el Congreso

La concentración ha transcurrido de forma pacífica y sin que haya habido que lamentar incidente alguno. El amplio despliegue policial , de unos 600 efectivos a primera hora de la tarde, ha cercado el Congreso e impedido que los habituales grupos de radicales intervengan en la manifestación pacífica.

La Policía ha asegurado a ABC que el sector más radical de manifestantes —los que se vieron envueltos en la mayoría de disturbios el pasado 25-S— han tenido «difícil» actuar en esta ocasión, debido a que el número de personas congregadas ha sido mucho menor al de otras convocatorias.

Hacia las seis de la tarde ha dado comienzo la concentración, generándose dos Asambleas en torno a la misma . Alrededor de 400 personas conformaban ambas asambleas, donde guiados por un coordinador que portaba un megáfono, han proferido consignas contra el Gobierno y contra los Presupuestos Generales del Estado que estaban siendo aprobados en el interior de la Cámara.

Conforme se han acercado los ciudadanos, la Policía les ha informado de que la concentración no había sido comunicada a la Delegación de Gobierno , por lo que se sancionaría a quienes continúen la protesta que tiene previsto terminar en los aledaños del Congreso.

Con las propuestas planteadas en cada una de las dos asambleas, los congregados han elaborado carteles con los que han «empapelado» las vallas que cercaban el Parlamento. En algunas de ellas se podía leer: «El fuego purifica», «Tenemos la solución: banqueros a prisión» o «Quien siembra misera, recoge la rabia».

Tras esto, los concentrados han decidio emprender una manifestación por la calle Lope de Vega, portando una pancarta en la que pedían la dimisión de PP y PSOE. En la esquina de esta calle con la del León, un furgón policial les ha impedido el paso y han optado por darse la vuelta y regresar a Neptuno. Allí, hacia las diez de la noche, los convocantes han decidido dar por finalizada la protesta.