CASO PEGASUS
Robles descarga la responsabilidad en Bolaños y abre una guerra en el Gobierno
La ministra de Defensa apoya a la directora del CNI un día antes de que hable en la comisión de secretos
Dudas sobre el reparto competencial para vigilar las comunicaciones tras el espionaje de Pegasus
La crisis por las escuchas a través del sistema Pegasus a los teléfonos de Pedro Sánchez y Margarita Robles adquirió ayer –víspera de la esperada comparecencia en la comisión de secretos oficiales del Congreso de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban ... – una nueva dimensión. La pregunta sobre a qué departamento gubernamental se puede atribuir la responsabilidad de lo ocurrido sobrevoló toda la jornada, incluida la sonada comparecencia parlamentaria de la ministra de Defensa, que evitó asumir responsabilidad alguna, señalando así por pasiva al titular de la Presidencia, Félix Bolaños, el hombre fuerte del Ejecutivo que desde el primer momento ha llevado la voz cantante para dar a conocer a la opinión pública el espionaje del que fue objeto el Gobierno hace ahora justo un año.
La ministra de Defensa compareció en la comisión parlamentaria adscrita a su cartera y se empleó a fondo en defender a la jefa de los servicios secretos y a los agentes de la inteligencia española. «No voy a tolerar que se hagan imputaciones a quien no puede defenderse», declaró. Y añadió: «El CNI tiene un deber de secreto. Es muy cómodo que alguien diga que el CNI ha hecho esto o lo otro, porque el CNI no puede defenderse ».
Robles celebró que Esteban –que «está teniendo que aguantar estoicamente estas imputaciones»– podrá decir lo que considere oportuno hoy, aportando además documentos, para defenderse de unas acusaciones que, según declaró, «no se corresponden con la realidad». Robles aseguró que «en democracia solo los jueces dictan las responsabilidades» y mostró su «respecto y admiración» a las 3.000 personas que trabajan en el CNI y a los miembros de las Fuerzas Armadas.
La ministra de Defensa atacó a Podemos, formación con la que comparte gobierno y a la que le pidió «mucha responsabilidad»
Este énfasis no lo puso para salir en defensa del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, el hombre fuerte del Gobierno que centró la gestión y comunicación de la crisis desde el mismo lunes, cuando compareció por sorpresa junto a la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, para dar cuenta del hackeo de los móviles de Sánchez y Robles, algo que ninguno de los otros gobiernos europeos víctimas de Pegasus ha hecho.
«Un minuto de tiempo»
Así, tras su llegada al Congreso de los Diputados, la ministra se remitió a las «normas» para no aclarar de quién depende la seguridad de los teléfonos móviles del presidente del Gobierno, el suyo propio y de algunos de sus compañeros miembros del Consejo de Ministros. «Todo está en las normas, todo está en la ley», declaró. Y añadió: «No hay más que mirar las normas y en las normas está perfectamente recogido todo. La ventaja de una democracia es que todo está en la ley. No hay más que echar un minuto de tiempo».
Unas horas antes de esas palabras, la propia Isabel Rodríguez trató de delimitar en una entrevista en Onda Cero las competencias sobre la seguridad de las comunicaciones en el Gobierno. Y lo hizo asegurando que el sistema de comunicaciones de la Presidencia del Gobierno, donde manda Félix Bolaños, es «el que nos aporta los dispositivos, materialmente», a lo que añadió que lo relativo a la ciberseguridad de los datos que se puedan alojar en esos terminales es competencia del Centro Criptológico Nacional, dependendiente del CNI.
Robles apoyó a la directoraa del Centro Nacional de Inteligencia, que «está teniendo que aguantar estoicamente estas imputaciones»
Las palabras de Rodríguez apuntan, por tanto, a una gestión coordinada de la seguridad de las comunicaciones entre La Moncloa y el Ministerio de Defensa o, dicho de otra manera, entre Bolaños y Robles. Un decreto del pasado verano reforzó el papel de Presidencia para atribuirle, entre otras funciones, la asistencia «en medios informáticos y de comunicaciones». Algo que se produjo coincidiendo con el ascenso de Bolaños de secretario de Estado a ministro.
El tema del día era el caso Pegasus, pero la ministra responsable de las Fuerzas Armadas, trató de dotar a su comparecencia de un aire ordinario, ya que hasta que saltó el escándalo de las escuchas, Robles comparecía a petición propia para informar sobre la Brújula Estratégica para la Seguridad y Defensa. Bajo esta premisa, intentó no abordar demasiado específicamente lo relativo al espionaje, algo que soliviantó a varios de los portavoces de los grupos, singularmente los de los independentistas catalanes, pero también a Pablo Echenique , con quien protagonizó un agrio enfrentamiento. Incluso el presidente de la comisión de Defensa, José Antonio Bermúdez de Castro, diputado del PP, les recomendó que todo lo relacionado con el sistema Pegasus lo lleven a la comisión de secretos oficiales de hoy, ya que a este tipo de informaciones, por ley, la ministra de Defensa no puede responder.
Aún así, el portavoz de Unidas Podemos –al igual que el resto de representantes parlamentarios– exigió a la ministra «responsabilidades políticas» al máximo nivel por el caso de espionaje ya que, según él, en este escándalo solo caben dos posibles autorías. La primera es que fueran agentes extranjeros, lo que para Echenique supondría estar ante «una incapacidad inaceptable» a la hora de proteger las comunicaciones del presidente del Gobierno y, por tanto, la seguridad nacional. Como segunda opción, barajó que se tratara de « una célula descontrolada» del CNI o de las fuerzas de seguridad, «lo que revelaría una flagrante incompetencia o una absoluta dejación de funciones al limpiar las cloacas del Estado».
Desde «el mayor cariño, respeto y aprecio a los votantes de Unidas Podemos» Robles recordó a Echenique el artículo 1 de la ley que regula el CNI, que dice que el Gobierno es un «órgano colegiado» y que todos sus miembros –entre los que se encuentra Unidas Podemos–, tienen acceso a informes del CNI y «pueden pedirlos». Le recordó también que existe una Comisión de Inteligencia (a la que pertenece la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz) y, por ello, le pidió «mucha responsabilidad» a la hora de tratar estos temas: «Su partido forma parte del Gobierno, si creen que algo no es adecuado se puede proponer, pero como no lo han propuesto, entiendo que no tienen ninguna duda con la actuación del CNI» concluyó la ministra su réplica al portavoz de su socio de coalición.
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