«Rechazamos el papel de seda para envolver los crímenes de ETA»

Al acto de homenaje en la sede de los socialistas en San Sebastián acudieron, entre otros, la familia de Múgica –su viuda Mapi y sus hijos Rubén, José María y Fernando–, dirigentes y miembros del PSE, además de representantes de otros partidos políticos, así como la viuda del senador socialista Enrique Casas, Bárbara Dührkop, y la viuda del concejal del PP, Gregorio Ordóñez, Ana Iribar. Previamente la familia celebró una ofrenda floral en la intimidad en el cementerio de Polloe.

Guerra, quien recordó a Múgica como un «hombre noble y sabio» , censuró que «hoy se habla en los despachos y en los periódicos del derecho de autodeterminación. ¿Acaso olvidan que eso fue la bandera del terrorismo que derramó mucha sangre inocente, como la de Fernando?» Y denunció: «Quieren desvanecer la mancha de su reivindicación con palabras edulcorantes, y le llaman ahora derecho a decidir. Lo que se busca es arrebatar el derecho a la democracia y la libertad».

Guerra, tras citar una frase del general Riego, «ser español es temblar», lamentó que « aún sigue siendo una verdad en este trozo de España, donde fanáticos con nombres se enseñorean sobre el crimen y la persecución». «Ya sé que llevamos un tiempo sin crímenes pero también los hay que intentan recaudar beneficios por haber matado. ¿Qué hicimos mal para que aún haya que reivindicar aquí los derechos que son de natural ejercicio en otros lugares?», se preguntó. «No hay explicación, razón, historia, ni condición política capaz de sobreponerse al derecho a vivir, al dolor de las familias, amigos y compañeros de los asesinados», afirmó.

En el acto también intervino la secretaria general del PSE , Idoia Mendia, quien señaló que «la concordia ciudadana sobre la que debe establecerse el nuevo tiempo en Euskadi no puede construirse a costa del olvido de las víctimas y del dolor» y aseguró que se opondrán «a todo intento de dulcificar lo ocurrido», en alusión a los crímenes etarras. José María Múgica, hijo de Fernando, advirtió de que la derrota del terrorismo todavía es un objetivo vigente, frente «a una cháchara que no significa nada », más allá de »sofismas y mentiras».