Rajoy ofrecerá reformas «pactadas y moderadas» al PSOE y Ciudadanos en nuevos contactos

El «no» rotundo de Pedro Sánchez no ha disuadido a Rajoy, que está dispuesto a seguir buscando un acuerdo que permita su investidura como presidente del Gobierno . Para ello, ofrecerá «reformas pactadas, desde la moderación», a los partidos que comparten «los pilares fundamentales de nuestra democracia , que creen en España y están orgullosos de la Transición, y defienden las bases de nuestra Constitución», según fuentes de Moncloa. Precisamente, las alusiones a la etapa de la Transición están muy presentes en el discurso del Ejecutivo en funciones, para apelar al discurso político de concordia y entendimiento que existió entonces.

La intención del presidente es llevar a cabo una nueva ronda de contactos pero de forma más discreta que la primera, para intentar avanzar en contenidos concretos. El objetivo de ese Gobierno respaldado por PSOE y Ciudadanos sería la recuperación económica, «para que nadie se quede atrás». Tendría, pues, un fuerte acento social, y recogería algunas de las reclamaciones de los otros partidos.

«La economía española hoy crece y crea empleo, pero la recuperación aún no ha llegado a muchas personas y familias que fueron especialmente castigadas por la crisis», sostienen en el PP. Por eso, Rajoy defenderá que esas personas y familias «sean el objetivo prioritario de la Legislatura que empieza» este 2016. El presidente en funciones propondrá un Gobierno «estable, volcado en alcanzar los 20 millones de empleos en España en 2020 ». Esa será «la gran prioridad», que justificaría la «gran coalición».

Dentro del Gobierno no se descarta la posibilidad de que Rajoy se someta a un segundo intento de investidura , una vez que sea derrotado en las primeras votaciones, previstas para finales de enero. En ese sentido, en Moncloa se recuerda que la Constitución no prohíbe en ningún caso al Rey que pueda proponer al mismo candidato en más de una ocasión. Por tanto, Rajoy podría perder en su primer intento de investidura; Pedro Sánchez tendría la posibilidad de intentarlo a continuación con fuerzas radicales de izquierda; y si fracasa el socialista, cabe la posibilidad de que el Rey propusiera después a Rajoy otra vez, si se producen movimientos en los partidos, sobre todo dentro del PSOE, y el acuerdo es más favorable. En todo caso, desde el entorno de Rajoy se prevé un proceso «largo», que puede acabar en elecciones si dos meses después de la primera votación no hay investidura, pero en el que el futuro está muy abierto y las posiciones de salida pueden variar con el paso del tiempo.

Para alcanzar ese consenso, Rajoy sabe que tendrá que ceder en algunas cuestiones que, hasta ahora, por la mayoría absoluta que tenía el PP en el Parlamento, parecían inamovibles. El jefe del Ejecutivo ya subrayó en la Cope, el pasado martes, que no cierra la puerta ni siquiera a hablar de una reforma de la Constitución.

Rajoy deja fuera de cualquier tipo de conversación asuntos como el de la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de todos los españoles y la defensa de la ley. A partir de ahí, se muestra receptivo a escuchar las propuestas que se hagan, e incluso a apoyar una ponencia en el Congreso que empiece a estudiar los posibles cambios en la Carta Magna , como ya desveló durante la precampaña electoral.

Desde el Gobierno y el PP se recuerda que los partidos moderados «aglutinan casi las tres cuartas partes de la representación en el Congreso de los Diputados», mientras que los extremistas y secesionistas «van a contar con una polifonía de voces muy mediáticos, pero son minoritarios y ninguno puede, por sí mismo, formar mayoría con ninguno de los partidos moderados». «Los españoles han votado de forma mayoritaria moderación, con diálogo, estabilidad con acuerdos, certidumbre con consenso», sostienen.