Rajoy acusa a Zapatero de «soberbia y cobardía» y dice que ayuda a sus «amiguetes» y no a las pymes

11/10/2008
Actualizado a las 15:35h.

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado que los Presupuestos Generales del Estado para el año próximo son "un drama para España" porque implicarán más déficit y más paro, así como no estimularán la productividad. Rajoy ha clausurado en A Coruña la XIII Unión ... Interparlamentaria del partido con un discurso que ha orientado hacia la actual situación económica y hacia la "incompetencia" del Gobierno para hacerla frente, ya que ni pone en marcha políticas sociales ni toma medidas adecuadas. Pero ha destacado que de la "crisis" saldrá la sociedad española, lo que, no obstante, será más viable en tanto que el Gobierno adopte las decisiones correctas. "Cuánto más tarde en tomarlas, más tarde saldremos de la crisis", ha apostillado.

Reforma del sistema de voto

Fuera de la coyuntura económica, Rajoy se ha referido a la necesidad de que en las próximas elecciones gallegas entre en funcionamiento la reforma del sistema de voto de los emigrantes españoles, de modo que puedan ejercer su derecho en urna, igual que hacen los extranjeros en España. En este sentido, ha exigido que los españoles que residen fuera del país "puedan votar en libertad" sin que "nadie manipule", y ha criticado que los embajadores españoles en Argentina y en Paraguay sean dos ex-diputados socialistas, así como que la Xunta de Galicia abra oficinas de representación en Buenos Aires, ya que ello supone "utilizar las instituciones políticas en provecho de un partido". Por tanto, la reforma electoral, que una subcomisión ha comenzado a estudiar en el Congreso, ha copado la única alusión política de Rajoy.

También ha hablado de Galicia, en concreto del presidente del partido en la comunidad autónoma, Alberto Núñez Feijoo, quien representa "la realidad" frente a los líderes del PSdeG y del BNG, Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, "dos señores instalados en la frustración de sus incumplimientos y con síntomas de agotamiento".

Con todo, ha sido la crisis económica el hilo conductor de su alocución, especialmente los Presupuestos Generales del Estado para 2009, a debate en el Congreso de los Diputados. El presidente del PP ha acusado al Gobierno de "no querer hablar" del proyecto de las cuentas públicas y de caer por ello en "la incompetencia" y en la "soberbia", algo que no puede permitir el PP. También ha reprochado al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que "presuma de política social" cuando se cree que la cobertura del desempleo "la da él" y cuando la única medida en esta línea consiste en "retirar a las comunidades autónomas los anticipos en materia sanitaria".

Ha dejado patente su optimismo, pues ha dicho que de la crisis saldrá "seguro" la sociedad española, pero gracias a medidas acertadas, no a la inacción o a la inercia, puesto que la solución a la situación ha de desembocar en un país "reforzado", sin más parados que nunca y sin "empresas destruidas". A ello quiere llegar el PP, y por esta razón ha presentado diversas propuestas, como la reducción del impuesto de sociedades, pero ha lamentado que al Gobierno "no le valga ninguna" a pesar de que su "credibilidad" se encuentra "bajo mínimos".