La Policía habría tardado menos de cinco minutos en desalojar toda la estación
MADRID. «La masacre se habría producido, pero es seguro que los etarras tenían previsto avisar de las explosiones», apuntan fuentes policiales horas después de que medio país respirara aliviado por el éxito del CNP. Otra cuestión es que el tiempo hubiera sido suficiente, ya que ... se cree que pretendían anticipar la hora -la detonación se iba a producir a las 15.55- y acabar con los artificieros encargados de desactivar las maletas-bomba.
La operación policial evitó que el Intercity Irún-Madrid llegara a su destino en la estación de Chamartín a las 15.12, según su horario. De haberlo hecho, la carga explosiva podría haber estallado en uno de los andenes comprendidos entre el 6 y el 21 (los de grandes líneas y regionales) o en el depósito de trenes de Fuencarral (donde se lleva a cabo la limpieza y mantenimiento de los convoyes), según Renfe. Otra posibilidad es que la hubiera encontrado algún trabajador, en cuyo caso habría quedado depositada en la consigna de la estación.
Plan de evacuación
De producirse el aviso telefónico -a través de algún medio solvente porque el segundo objetivo, como se ha comentado, era matar a los encargados de desactivar la carga mortífera-, el plan de evacuación se habría puesto en funcionamiento de inmediato. Éste, al igual que los de otras grandes superficies públicas, está consensuado y depende de la Delegación del Gobierno. A partir de ese momento, la Policía y no Renfe habría tomado la iniciativa, aunque ya se encontrarían trabajando uno o varios equipo de los Tedax y los perros adiestrados.
El primer paso es el aviso por megafonía a las cerca de 5.000 personas que podrían encontrarse a esas horas y en una fecha tan señalada en la estación. La información por los altavoces se completaría con la actuación «expeditiva», si es necesario, de los vigilantes de seguridad que trabajan en esas dependencias y de los cerca de cincuenta policías nacionales de la Sección Móvil adscrita a la Brigada de Seguridad Ciudadana que están destinados en Chamartín. En total, no más de cinco minutos, como se ha comprobado en avisos de bomba precedentes.
A esas alturas, ya habrían sido avisados el resto de miembros de la Móvil -algo más de 200 agentes- que acudirían con celeridad desde la estación de tren de Atocha, la de Metro de Sol y la de autobuses de Méndez Álvaro, básicamente. También estarían de camino todos los agentes disponibles de la Unidad de Intervención Policial (UIP) -en estas fechan navideñas repartidos por todo Madrid- que se encargarían de establecer y controlar el primer cordón de seguridad en el perímetro de unos 500-800 metros en torno al punto neurálgico de la explosión.
Con la zona de mayor peligro ya acordonada, algunos agentes volverían a revisar la estación al completo por si alguien permanece aún dentro y se colocaría un segundo nivel de protección, más amplio que el anterior.
Como es lógico, también habrían sido avisados Bomberos, Protección Civil y servicios de emergencia sanitarios aunque la bomba no hubiera explotado, así como Policía Municipal y Guardia Civil. En cuanto al aparcamiento sólo se habría evitado que accediera alguien, pero no se habrían sacado los coches. Renfe recuerda que esta estación cuenta con una decena de grandes puertas con salida al exterior y 21 escaleras para bajar a los andenes, claro que en este caso esos andenes poca protección hubieran ofrecido.
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