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Podemos y ERC ponen fecha de caducidad a Sánchez

Pocos en el PSOE conocen de primera mano los planes reales de Sánchez, pero cunde la sensación de que no hay un plan electoral predeterminado

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias el pasado septiembre en La Moncloa Vídeo: El cuadrilátero del Congreso
Manuel Marín

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Algo opaco se cocina en La Moncloa y en Ferraz a la espera del resultado de las elecciones andaluzas. Pedro Sánchez no tiene aún decidida una fecha para la celebración de elecciones generales, pero el desgaste inherente a la acción de gobierno ha empezado a ... hacer mella en la confianza interna. El Ejecutivo no es tan «bonito» como se predicó, gobierna a golpe de rectificaciones sistemáticas, y Sánchez pierde los apoyos que logró en la moción de censura. Originariamente, siempre abogó por prolongar la legislatura hasta marzo de 2020. No apurarla hasta junio, pero sí sobrevivir la segunda mitad de 2018 y todo 2019 con la idea de consolidar un perfil presidencial, imponer férreamente su autoridad orgánica en su partido, y diseñar una España radicalizada hacia la izquierda con el objetivo de debilitar a Podemos o, alternativamente, de mantenerlo como rehén subordinado al PSOE, en una estrategia de recuperación del voto perdido para el socialismo.

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