Podemos lleva ocho meses sin publicar sus cuentas en la web de transparencia

Ese portal de transparencia lo estrenó Podemos como hecho diferencial respecto al resto de partidos, para publicar con regularidad apuntes de entradas y dinero de su contabilidad. Pero la frecuencia en las actualizaciones se ha ido ralentizado considerablemente desde el año pasado, a la par que el partido ha ido ganando espacio en las instituciones.

En este momento, el portal de transparencia de Podemos solo ofrece datos contables de ingresos y gastos hasta el 30 de septiembre del año pasado. Desde entonces, ni un asiento publicado. Ni del partido ni de sus grupos parlamentarios -autonómicos, europeo y el que formó en Congreso y Senado tras las generales de diciembre. Tampoco de su fundación, el «Instituto 25M».

Se da la circunstancia de que ha sido precisamente de un año a esta parte cuando el partido de Pablo Iglesias ha visto multiplicado el dinero que maneja, fruto de su aterrizaje en los parlamentos autonómicos y de su entrada en las Cortes Generales (Congreso y Senado). Eso ha disparado sus recursos públicos por la vía de las subvenciones institucionales.

Tampoco es posible encontrar en su web de transparencia la contabilidad electoral detallada de su campaña para las generales de diciembre de 2015. Únicamente un resumen de lo que gastaron, agrupado en grandes partidas que sumaron un desembolso total de 2,81 millones de euros. La parte de los ingresos no aparece reflejada, ni siquiera la cifra de conjunto. Cinco meses después de esas elecciones y cuando la repetición de las generales está a la vuelta de la esquina, Podemos sigue indicando en su web que «próximamente» publicará el «detalle de gastos e ingresos» de aquellos comicios del 20 de diciembre.

Podemos justifica esta demora en la fecha de los apuntes publicados argumentando que «es técnicamente inviable publicar los datos de contabilidad día a día». Aseguran que no es por ninguna voluntad de opacidad, sino por condicionantes técnicos .

Las mismas fuentes de la dirección nacional del partido han explicado que la última vez que actualizó su web de transparencia contable fue el pasado mes de marzo, y justifican con ello el que tampoco aparezca todavía el detalle de su contabilidad electoral de las generales de diciembre, «porque la contabilidad que se presenta al Tribunal de Cuentas se cerró al mes siguiente, en abril».

Desde el partido de Pablo Iglesias han afirmado que tienen previsto actualizar su web de transparencia contable «a finales del próximo mes de junio o principios de julio».

Además, Podemos ha ido restringiendo la información en apartados que venía publicando hasta el año pasado. Por ejemplo, en la parte de la web que detalla quiénes están a sueldo del partido, ya sea como personal pagado directamente como asalariado de la formación política, o bien como asesores pagados con cargo al erario público a través de los grupos parlamentarios. Publica sus sueldos, pero no el nombre de quien los cobra . Han dejado de aparecer nombres completos y únicamente se indican dos primeras iniciales, supuestamente correspondientes al nombre y al primer apellido.

Es el caso de «I. E.», que apunta a Íñigo Errejón dado el cargo con el que se le vincula –«asesor político y coordinador de la Secretaría Política», que coincide con la sección orgánica que Errejón dirige en la cúpula del partido–. «I.E.» es uno de los que, al menos hasta el 30 de septiembre del año pasado, aparece como uno de los contratados a sueldo en Podemos. En este caso, con un salario bruto mensual de 2.270 euros, que se traduce en un coste salarial total para el partido de algo más de 3.000 euros al mes, según los datos publicados por Podemos.

Errejón empezó a cobrar del partido de forma precoz , incluso antes de que se constituyera, cuando solo existía su germen, la Asociación por la Participación Social y Cultural. Luego lo hizo de Podemos, inicialmente facturando como si fuera un asesor autónomo -a la par que era ya dirigente de la formación- y simultaneándolo con su polémico contrato como investigador que le asignó la Universidad de Málaga.