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Pastrana, el agente doble que engañó a ETA y mandó en el GAL

Este guardia civil que fue testigo y pionero de los primeros pasos en la lucha antiterrorista y participó en el 23-F, acaba de publicar sus memorias: «En el nombre de la guerra sucia»

EFE

En 1971, Manuel Pastrana Griñán fue destinado al puesto de castigo de la Guardia Civil de Puntxas, en Irún (Gipuzkoa), donde ahora sólo queda una gasolinera y con 23 años recibió de su general el que resultó ser el mejor consejo de su vida: « ... Manolo, no mate, que luego todo se sabe».

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