Pastor volverá a apercibir a Rufián por sus provocaciones en el Congreso

Para ello, Pastor citó ayer a su Rufián a su despacho la próxima semana y advertirle allí de que este tipo de comportamientos no son compatibles «con la buena imagen del Congreso» y que, por lo tanto, debe ponerle fin, según fuentes de Presidencia.

No es la primera vez que Pastor abronca a Rufián por sus intervenciones en el hemiciclo. De hecho, será la tercera. Hace un año, la presidenta del Congreso le llamó a su despacho para advertirle de que no podían repetirse discursos como el que realizó durante el debate de investidura de Mariano Rajoy, cuando lanzó varios insultos a la bancada socialista por abstenerse.

Y el pasado mes de junio volvió a reprenderle después de que Rufián llamara miserable al ministro del Interior , Juan Ignacio Zoido en el Pleno, y se negara después a retirar este insulto cuando Pastor se lo pidió.

La estrategia política de Rufián se basa en utilizar la provocación y el tono chulesco en sus intervenciones para acaparar la atención mediática y parece difícil que vaya a modificarla. Esta mañana en un desayuno de Nueva Economía al que ha asistido Pastor, fuentes parlamentarias han coincidido en que Pastor debe buscar la manera de pararle los pies y poner fin «a sus faltas de respeto».

Ayer el diputado del PP Carlos Floriano consideró la intervención de Rufián «sencillamente lamentable», mientras el portavoz económico de Ciudadanos, Toni Roldán , tachó de «espectáculo desastroso» la intervención del político republicano en el Pleno y advirtiendo de que «devalúa la política española».

El artículo 16 del Reglamento del Congreso establece qeu los diputados «están obligados a adecuar su conducta al Reglamento y a respetar el orden, la cortesía y la disciplina parlamentarias» y el artículo 15 recoge el «deber de asistir a las sesiones del Pleno del Congreso y de las comisiones de que formen parte», dos preceptos que Rufián se ha saltado varias veces en los últimos meses.