Pedro Sánchez quiere amordazar al Parlamento al diluir la sesión de control al Ejecutivo

La polémica saltó ayer durante la reunión de la Junta de Portavoces de la Cámara Baja, aunque no formaba parte del orden del día. Y ante la petición de la palabra de prácticamente todos los portavoces, la presidenta del Congreso , Meritxell Batet, decidió convocar una reunión para la semana que viene para decidir si la vida parlamentaria debe reorganizarse.

El problema de celebrar el Consejo de Ministros la mañana del martes es que coincide con la reunión de la Junta de Portavoces del Congreso. Una cita en la que los partidos deciden qué cuestiones se debatirán en el pleno de la semana siguiente. Hasta ahora esta decisión se adoptaba conociendo las medidas aprobadas en el Consejo de Ministros inmediatamente anterior. Tras el cambio, los portavoces fijarán los temas a debatir sin saber qué ha aprobado el Gobierno o qué posiciones políticas defiende ante las últimas cuestiones de actualidad.

Además, el plazo para actualizar las preguntas de la sesión de control al Gobierno concluye los lunes. Dado que esta sesión se celebra los miércoles, la oposición tendrán que esperar ocho días, hasta el siguiente Pleno, para preguntar al Ejecutivo . Al principio de cada mes este plazo se dispararía hasta los 15 días, ya que la primera semana no hay actividad parlamentaria.

Las comparecencias de los miembros del Gobierno en comisión también podrían verse dificultadas. Ahora muchas de estas sesiones tienen lugar los martes por la mañana. Día que ahora los ministros no podrán acudir por encontrarse en La Moncloa.

Por todo ello, la vicepresidenta segunda de la Cámara , Ana Pastor , consideró «incompatible» el nuevo calendario de La Moncloa con las labores de control al Gobierno. A continuación, la portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toled o, denunció que el Gobierno busca silenciar las labores de control e iniciativas legislativas de la oposición en el Congreso. «Es una afrenta al funcionamiento ordinario y capacidades de esta Cámara» denunció acusando a Moncloa de querer «quitar el foco a las iniciativas de la oposición y no dar tiempo a grupos para reformular preguntas al control».

Álvarez de Toledo avanzó que la propuesta del PP será pasar las sesiones de control a los miércoles por la tarde en lugar de los miércoles por la mañana, debatir las iniciativas de la oposición los jueves por la mañana (ahora los martes por la tarde) y las iniciativas legislativas del Gobierno los miércoles por la mañana (ahora los jueves por la mañana).

Esta reorganización implicaría celebrar las reuniones de la Mesa y la Junta de Portavoces los lunes por la tarde y obligaría a los diputados que formen parte de ella y no sean de Madrid a pasar una tarde y noche más en la capital, lo que probablemente no será apoyado por fuerzas como el PNV y ERC, socios del Gobierno.

El portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros , coincidió con ella en que el cambio del Consejo de Ministros «dificulta mucho la principal labor del Legislativo» y apostó por reorganizar los días de celebración de plenos aunque sin avanzar aún ninguna propuesta. A su juicio, alargar hasta el mismo martes el plazo para actualizar las preguntas al Gobierno no es viable. «Si queremos que de verdad contesten a lo que preguntemos hay que dar un plazo al Ejecutivo para que prepare su respuesta», concedió.

Por su parte, el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal , criticó la unilateralidad del Gobierno al decidir el cambio sin consultarlo con la Mesa del Congreso e hizo hincapié en las «dificultades» que genera de cara a las preguntas del control. «Imagínense que sale una noticia bomba del Consejo de Ministros y nosotros ya tenemos hechas y bloqueadas nuestras preguntas».

Los problemas existentes en el Congreso se agravan en el Senado dado que la sesión de control al Gobierno tiene lugar el mismo martes por la tarde. Esta coincidencia podría solapar, además, la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros con el inicio del contro l en la Cámara Alta lo que podría generar problemas si un ministro debe comparecer junto a la portavoz el mismo día que tenga que contestar a la oposición en el Senado.

Esta cuestión se planteará hoy mismo en la Junta de Portavoces, según aseguró ayer el portavoz del Grupo Popular , Javier Maroto . El dirigente del PP se preguntó «cómo se puede ejercer la labor de oposición si el Consejo de Ministros termina a la una y la sesión de control al Gobierno a las cuatro de la tarde. No le interesa que le preguntemos sobre lo que hacen». Maroto advirtió de que «si quieren adormilar a la oposición se equivocan».

Pese a ello, no parece que PP, Cs y Vox vayan a tener grandes apoyos. La vicepresidenta tercera del Congreso, Gloria Elizo , de Unidas Podemos, consideró «perfecto» el cambio del Consejo de Ministros defendiendo tanto la separación de poderes como de tareas entre el Legislativo y el Ejecutivo.

En la misma línea, fuentes de la Presidencia explicaron que Batet no tiene pensado realizar ningún cambio pero que escuchará las distintas posiciones que le planteen los grupos.

En esta línea, el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista, Rafael Simancas , afirmó que el «nuevo calendario del Consejo de Ministros no afecta negativamente ni de modo alguno al funcionamiento del legislativo» aunque aseguró estar dispuesto «a estudiar cualquier propuesta sensata para facilitar trabajos de grupos parlamentarios».

Desde ERC, su portavoz Gabriel Rufián también se mostró dispuesto a debatir pero adelantó su rechazo inicial a cualquier propuesta que emane de los partidos de la derecha porque «chirrían».

No es ésta la única consecuencia significativa del cambio del Consejo de Ministros del viernes al martes, ya que también se ha cambiado la reunión de subsecretarios , que preparan la reunión del gabinete, del miércoles a los jueves. Este margen permite al presidente llevar al Consejo de Ministros algún tema de urgencia sin pasar por la comisión de subsecretarios y pudiéndose saltar el control de Podemos, informa Gregoria Cano.