Multa de 180 euros para Haidar por alterar el orden público del aeropuerto

Multa de 180 euros para Haidar por alterar el orden público del aeropuerto

Si no fuera porque su salud es ya muy precaria tras 16 días de huelga de hambre, el caso de la activista saharaui Aminatu Haidar podría servir de inspiración a una astracanada: traída a la fuerza desde Marruecos, tirada en una colchoneta del aeropuerto después ... de haber superado el control de aduanas sin pasaporte alguno, ignorada durante casi dos semanas por el Gobierno que hace dos días le ha ofrecido la «nacionalización-exprés» y, para remate final, ayer multada por una cantidad aproximada de 180 euros por alterar el orden público.

Efectivamente, la juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 8 de Arrecife, Ángela López-Yuste Padial, condena a la defensora de los derechos humanos a la pena de multa de un mes, a razón de una cuota diaria de seis euros, cantidad que deberá satisfacer en una sola vez. Además, impone a Haidar las costas procesales causadas.

Y mientras, desde Estoril, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, reprochó en tono enérgico a la activista saharaui que no se avenga a aceptar ninguna de las salidas que, «de buena fe y con un enorme compromiso político», le ha propuesto España para acabar con su situación.

«La señora Haidar, por unos momentos, dice que le devuelvan el pasaporte sustraído, pero por otra parte dice que no quiere tener pasaporte marroquí. Por otra parte, decimos que queremos darle un documento como refugiada política para poder viajar, pero ella dice que no quiere ser una refugiada política. Cuando damos un salto de buena fe diciéndole que le podemos dar la nacionalidad española para poderle dar un pasaporte español, también lo rechaza», resumió.

Según Moratinos, todo eso pasa porque está siendo «mal asesorada» por quienes le han dicho que no acepte ni siquiera la nacionalidad española que, de forma excepcional, le ha ofrecido el Gobierno. «Todos aquellos que la están indicando que son ofertas insuficientes tienen que comprender que le están impidiendo cumplir su principal objetivo, que es coger un avión e ir a El Aaiún», advertía. Según Moratinos, ese pasaporte español que se le ofrece in extremis es sólo «un documento de viaje» que le permitiría llegar a la capital saharaui. En ningún monento supone que tenga que renunciar a la nacionalidad saharaui que ella reivindica. En muchos países se reconoce la doble nacionalidad y, de hecho, los padres de Aminatu la tuvieron como pobladores de la antigua colonia, recordó.

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