La Mesa del Congreso se reunirá el martes para calificar la moción de censura del PSOE

El objetivo de este plazo es crear «un período de enfriamiento para evitar un voto apresurado de una iniciativa tan importante y favorecer una decisión madura y reflexiva», subrayan los letrados del Congreso. Para ser aprobada, la moción de censura requiere de mayoría absoluta: 176 diputados.

Pero antes, la Mesa del Congreso tendrá que comprobar este martes que la iniciativa está propuesta al menos, por la décima parte de los diputados, se acompaña de un escrito motivado e incluye a un candidato a la Presidencia del Gobierno. Un trámite que el texto registrado por el PSOE superará , previsiblemente, sin problemas.

A continuación, la Mesa informará de su admisión al jefe del Ejecutivo y a los portavoces de los grupos parlamentarios. Éstos tendrán dos días para presentar mociones alternativas , aunque no se prevé que ningún grupo vaya a realizar este movimiento. El otro grupo con diputados suficientes para presentarla, Unidos Podemos, ha avanzado que apoyará la moción del PSOE. Ciudadanos ha amenazado este viernes con registrar la suya pero solo la presentación ya requiere de apoyos con los que no cuenta: al menos, el 10 por ciento de la Cámara. Es decir, 35 diputados cuando Ciudadanos solo cuenta con 32.

No obstante, el riesgo de que prospere la moción de censura del Grupo Socialista contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy , ha abierto el debate sobre si el Ejecutivo puede responder disolviendo las Cortes y convocando elecciones para evitar ser expulsado de La Moncloa.

Y es que el artículo 115.2 de la Constitución solo establece que «la propuesta de disolución no podrá presentarse cuando esté en trámite una moción de censura». Al no especificar las circunstancias que determinan la situación «en trámite», existe cierta ambigüedad interpretativa respecto a si el solo hecho del registro en el Congreso inicia ya el proceso de la tramitación o es la calificación de la Mesa la que lo activa.

Pero el criterio oficial que mantienen los letrados del Congreso es que una vez registrada la moción no cabe ya convocatoria de elecciones puesto que se inicia el «trámite de calificación». La prohibición de proponer la disolución debe entenderse, por tanto, referida a toda la tramitación de las mociones de censura, desde su depósito hasta su votación.

No obstante, los servicios jurídicos de la Cámara admiten que podría caber la doble interpretación en algunos letrados , aunque no sea la posición oficial. «Cabría la posibilidad, por ejemplo, de que la moción no reuniera los requisitos que establece el Reglamento y no fuera calificada por la Mesa, por lo que no llegara a tramitarse. Hay quien podría entender entonces el inicio de la tramitación en la calificación de la Mesa», sostienen. En todo caso, en lo que no hay duda en que esa ambigüedad concluirá el próximo martes y Rajoy ha dejado claro en rueda de prensa en La Moncloa este mediodía que no convocará elecciones anticipadas.