Menos dinero, menos ministerios
Poco se sabe de la remodelación que prepara el líder socialista, pero todas las fuentes coinciden en que se va a un Ejecutivo con menos departamentos para dar mensaje de austeridad en el gasto oficial ante una crisis que va para largo
Austeridad ante la crisis es hoy la clave en contraposición a lo que ocurría hace tan sólo un año, cuando Zapatero formó su Gobierno tras ganar sus segundas elecciones generales. Catorce ministerios, algunos tan cuestionados inicialmente como el Ministerio de Igualdad, pueden dar paso ahora ... a un Ejecutivo más concentrado y más «barato», de poco más de una decena de departamentos. según algunas fuentes socialistas. Para empezar, la llegada de Manuel Chaves a una vicepresidencia que controle la política autonómica implica la probable desaparición del actual Ministerio de Administraciones Públicas, ya barajada por el presidente del Gobierno hace un año.
El departamento que hasta ahora ocupa Elena Salgado tiene dos patas, la política autonómica, y la funcionarial. La primera iría a manos de Chaves y la segunda quedaría subsumida en el Ministerio de la Presidencia que ahora detenta la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. Precisamente, algunas fuentes socialistas daban el domingo como segura su continuidad, pero otras sostienen que crear tres vicepresidencias cuando se reducen los ministerios crea una contradicción en el discurso que se pretende trasladar al ciudadano. Si finalmente Chaves asumiera la vicepresidencia «política», el Ministerio de la Presidencia, que Zapatero barajó en 2008, también sería viable.
Otro movimiento que se apunta como probable, dentro de la óptica del recorte de gasto, es volver a unificar Cultura con el Ministerio de Educación. A este respecto, el titular de Cultura, César Antonio Molina, dijo ayer en El Cairo (Egipto), que le queda «mucho» por hacer tanto «dentro como fuera del Ministerio». «Cultura es Cultura», «me seguiréis viendo», apostilló.
Por su parte, la ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, no quiso opinar sobre una competencia exclusiva del presidente del Gobierno. Su departamento es el que más rumorología acaparó, no sólo por la supuesta unificación de Cultura, sino porque, en la hipótesis de la desaparición del Ministerio de Ciencia e Innovación, el I+D+i volvería a Industria y la Secretaría de Estado de Universidades volvería al Ministerio de Educación.
Ello dibuja un macroministerio para Mercedes Cabrera o para su sucesor, salvo que las Políticas Sociales salgan del departamento y se subsuman en el Ministerio de Trabajo. Ayer circuló por unas horas la especie de que la titular de Igualdad, Bibiana Aído, podría ser la nueva ministra de Trabajo, pero fuentes cercanas a ella dieron poca credibilidad a la información.
En el área económica, fuentes socialistas creen que la desaparición del Ministerio de la Vivienda es más que probable. La titular, Beatriz Corredor, como le pasó a su antecesora, María Antonia Trujillo, no ha logrado «visibilizar» sus políticas, muy hipotecadas porque el grueso de las competencias está en manos de las autonomías. Si desapareciera Vivienda, la incógnita es si la absorbería la Vicepresidencia económica que el presidente del Gobierno va a crear para Elena Salgado o volvería a Fomento.
En este caso, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, asumiría un nuevo Ministerio de Fomento y Vivienda, tendría que «vender» el Plan Estatal de Vivienda y Rehabilitación 2009-2012 con el que el Gobierno quiere reactivar el sector de la construcción. Ese plan y el Fondo estatal de inversión local o «Plan E», en el que el Ejecutivo ha invertido 8.000 millones y con el que quiere crear 270.000 empleos, son la «joya de la corona», que el PSOE quiere rentabilizar políticamente.
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